Blastocystis Hominis

Blastocystis es un parásito microscópico que puede vivir en el tracto digestivo. Los investigadores no comprenden completamente el papel que desempeña Blastocystis, si es que alguno, en causar enfermedades. Algunas personas que experimentan diarrea, dolor abdominal u otros problemas gastrointestinales tienen organismos Blastocystis en sus heces.

Sin embargo, con mayor frecuencia, los organismos Blastocystis simplemente viven en el tracto digestivo de una persona sin causar daño.

Blastocystis puede transmitirse a través de los alimentos o el agua o por contacto con heces humanas o animales. La infección por Blastocystis es generalmente más común entre las personas que viven o viajan a países en desarrollo y entre las personas que trabajan con animales.

Blastocystis en humanos se identificó una vez como una sola especie, Blastocystis hominis. Los investigadores han encontrado varias variaciones, ya sea diferentes especies o diferentes cepas dentro de una especie. El nombre científico que se usa ahora es Blastocystis spp, una abreviatura que significa "múltiples especies". Una infección por Blastocystis se llama blastocitosis.

Signos y síntomas posiblemente asociados con Blastocystis incluyen:

• Diarrea acuosa
• Náuseas
• Dolor abdominal
• Distensión abdominal
• Gases excesivos
• Pérdida del apetito
• Pérdida de peso
• Picazón anal
• Fatiga

Consulte a su médico si tiene signos y síntomas, como diarrea o dolor abdominal, que duren más de tres días.

Blastocystis es un organismo microscópico unicelular (protozoo). Muchos protozoos parásitos viven normalmente en el tracto digestivo y son inofensivos o incluso útiles; otros causan enfermedades.

Blastocystis es común, pero podrías tener un mayor riesgo de exposición si:

• Trabajas con animales
• Estás expuesto a heces humanas en el trabajo, como en una guardería infantil
• Viajas a un país con deficiente saneamiento del agua

Si tiene diarrea asociada con blastocystis, es probable que sea autolimitada. Sin embargo, cada vez que tiene diarrea, pierde líquidos, sales y minerales vitales, lo que puede provocar deshidratación. Los niños son especialmente vulnerables a la deshidratación.

La mejor práctica para prevenir la infección por Blastocystis es practicar una buena higiene:

• Lavar las frutas y verduras antes de comerlas
• Mantener las superficies de cocina limpias
• Lavarse las manos frecuentemente

Si tiene diarrea y síntomas relacionados, la causa puede ser difícil de diagnosticar. Incluso si se encuentra Blastocystis en sus heces, es posible que no sea la causa de sus síntomas. A menudo, otro organismo transmitido por los alimentos o el agua es la causa probable de la enfermedad.

Su médico le tomará la historia clínica, le preguntará sobre sus actividades recientes, como viajar, y le realizará un examen físico. Varias pruebas de laboratorio ayudan a diagnosticar enfermedades parasitarias y otras causas no infecciosas de los síntomas gastrointestinales:

• Examen de heces (fecal). Esta prueba busca parásitos. Su médico podría darle un recipiente con líquido conservante para su muestra de heces. Refrigere —no congele— sus muestras hasta que las lleve al consultorio de su médico o al laboratorio.
• Endoscopia. Si tiene síntomas, pero el examen de heces no revela la causa, su médico podría solicitar esta prueba. Cuando está sedado, se utiliza una cámara especial en un tubo para examinar su tracto digestivo.
• Análisis de sangre. Existe un análisis de sangre que puede detectar Blastocystis, pero no se usa comúnmente. Sin embargo, su médico podría ordenar análisis de sangre para buscar otras causas de sus signos y síntomas.

Si tiene una infección por Blastocystis sin signos ni síntomas, entonces no necesita tratamiento. Los signos y síntomas leves podrían mejorar por sí solos en unos pocos días.

Los posibles medicamentos para eliminar una infección por Blastocystis y mejorar los síntomas incluyen:

Las respuestas a estos medicamentos varían mucho. Además, debido a que el organismo podría no ser la causa de sus síntomas, la mejoría podría deberse al efecto del medicamento en otro organismo.

• Antibióticos, como metronidazol (Flagyl) o tinidazol (Tindamax)
• Medicamentos combinados, como sulfametoxazol y trimetoprima (Bactrim, Septra, otros)
• Medicamentos antiprotozoarios, como paromomicina o nitazoxanida (Alinia)