Malformación Arteriovenosa (Mav) Cerebral

En una malformación arteriovenosa (MAV) cerebral, la sangre pasa directamente de las arterias a las venas a través de una maraña de vasos sanguíneos. Esto interrumpe el proceso típico de cómo circula la sangre por el cerebro.

En una malformación arteriovenosa cerebral, la sangre pasa directamente de las arterias a las venas a través de una maraña de vasos sanguíneos.

Una malformación arteriovenosa (MAV) cerebral es una maraña de vasos sanguíneos que crea conexiones irregulares entre arterias y venas en el cerebro.

Las arterias llevan sangre rica en oxígeno del corazón al cerebro. Las venas transportan sangre pobre en oxígeno de vuelta a los pulmones y al corazón. Una MAV cerebral interrumpe este proceso vital.

Una malformación arteriovenosa puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero los lugares comunes incluyen el cerebro y la médula espinal. En general, las MAV cerebrales son raras.

La causa de las MAV cerebrales no está clara. La mayoría de las personas que las tienen nacen con ellas, pero pueden formarse más tarde en la vida. En raras ocasiones, la MAV puede ser un rasgo hereditario.

Algunas personas con MAV cerebrales experimentan síntomas como dolores de cabeza o convulsiones. Una MAV cerebral puede detectarse después de una exploración cerebral por otro problema de salud. A veces, una MAV cerebral se detecta después de que los vasos sanguíneos revientan y sangran, lo que se conoce como hemorragia.

Una vez diagnosticada, una MAV cerebral puede tratarse para prevenir complicaciones como daño cerebral o accidente cerebrovascular.

Una malformación arteriovenosa (MAV) cerebral puede no causar ningún síntoma hasta que la MAV se rompe y sangra, lo que se conoce como hemorragia. En aproximadamente la mitad de todas las MAV cerebrales, una hemorragia es el primer signo de la malformación.

Pero algunas personas con MAV cerebrales pueden experimentar síntomas distintos del sangrado, como:

• Convulsiones.
• Dolores de cabeza o dolor en una zona de la cabeza.
• Debilidad muscular o entumecimiento en una parte del cuerpo.

Algunas personas pueden experimentar síntomas más graves según la ubicación de la MAV, que incluyen:

• Un dolor de cabeza muy fuerte.
• Debilidad, entumecimiento o parálisis.
• Pérdida de visión.
• Dificultad para hablar.
• Confusión o incapacidad para comprender a los demás.
• Dificultad para caminar.

Los síntomas de una MAV cerebral pueden comenzar a cualquier edad, pero generalmente aparecen entre los 10 y los 40 años. Las MAV cerebrales pueden dañar el tejido cerebral con el tiempo. Los efectos aumentan lentamente y a menudo causan síntomas en la edad adulta temprana.

Sin embargo, a mediados de la edad adulta, las MAV cerebrales tienden a permanecer estables y es menos probable que causen síntomas.

Busque atención médica de inmediato si nota algún síntoma de una malformación arteriovenosa (MAV) cerebral, como convulsiones, dolores de cabeza u otros síntomas. Una MAV cerebral con sangrado es peligrosa y requiere atención médica de emergencia.

En una malformación arteriovenosa, también conocida como MAV, la sangre pasa rápidamente de una arteria a una vena, interrumpiendo el flujo sanguíneo habitual y privando a los tejidos circundantes de oxígeno.

Se desconoce la causa de las malformaciones arteriovenosas cerebrales (MAV). Los investigadores creen que la mayoría de las MAV cerebrales están presentes al nacer y se forman durante el crecimiento del bebé en el útero. Pero las MAV cerebrales también pueden ocurrir más adelante en la vida.

Las MAV cerebrales se observan en algunas personas que tienen telangiectasia hemorrágica hereditaria (THH). La THH también se conoce como síndrome de Osler-Weber-Rendu. La THH afecta la forma en que se forman los vasos sanguíneos en varias áreas del cuerpo, incluido el cerebro.

Por lo general, el corazón envía sangre rica en oxígeno al cerebro a través de las arterias. Las arterias ralentizan el flujo sanguíneo al pasar la sangre a través de una serie de vasos sanguíneos cada vez más pequeños. Los vasos sanguíneos más pequeños se llaman capilares. Los capilares liberan lentamente oxígeno a través de sus delgadas paredes porosas al tejido cerebral circundante.

La sangre desoxigenada pasa a vasos sanguíneos pequeños y luego a venas más grandes. Las venas devuelven la sangre al corazón y a los pulmones para obtener más oxígeno.

Cualquier persona puede nacer con una malformación arteriovenosa cerebral (MAV), pero estos factores pueden aumentar el riesgo:

• Ser hombre. Las MAV cerebrales son más comunes en los hombres.
• Tener antecedentes familiares. En raras ocasiones, las MAV cerebrales se presentan en familias, pero no está claro si existe un factor de riesgo genético específico. También es posible heredar otras afecciones médicas que aumentan el riesgo de MAV cerebrales, como la telangiectasia hemorrágica hereditaria (THH).

Un malformación arteriovenosa (MAV) cerebral puede causar sangrado en el cerebro, conocido como hemorragia. El sangrado puede dañar el tejido cerebral circundante. La tomografía computarizada de la izquierda y la ilustración de la derecha muestran una hemorragia intracerebral.

Complicaciones de una malformación arteriovenosa (MAV) cerebral incluyen:

Este riesgo de sangrado de una MAV cerebral oscila entre un 2% y un 3% cada año. El riesgo de sangrado puede ser mayor para ciertos tipos de MAV. El riesgo también puede ser mayor en personas que han tenido una hemorragia de MAV cerebral en el pasado.

Aunque los estudios no han encontrado que el embarazo aumente el riesgo de hemorragia en personas con una MAV cerebral, se necesita más investigación.

Algunas hemorragias asociadas con MAV cerebrales no se detectan porque no causan síntomas importantes. Sin embargo, puede producirse un sangrado potencialmente peligroso.

Las MAV cerebrales representan aproximadamente el 2% de todos los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos cada año. En niños y adultos jóvenes que experimentan hemorragia cerebral, las MAV cerebrales suelen ser la causa.

El tejido cerebral circundante no puede absorber fácilmente el oxígeno de la sangre que fluye rápidamente. Sin suficiente oxígeno, los tejidos cerebrales se debilitan o pueden morir por completo. Esto provoca síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular, como dificultad para hablar, debilidad, entumecimiento, pérdida de visión o dificultad para mantenerse estable.

Si se acumula líquido, puede empujar el tejido cerebral contra el cráneo.

Un tipo de MAV cerebral que implica un vaso sanguíneo importante llamado vena de Galeno causa complicaciones graves en los bebés. Los síntomas están presentes al nacer o aparecen poco después del nacimiento. Este tipo de MAV cerebral provoca la acumulación de líquido en el cerebro y la hinchazón de la cabeza. Pueden verse venas hinchadas en el cuero cabelludo y pueden producirse convulsiones. Los niños con este tipo de MAV cerebral pueden tener un retraso del crecimiento y una insuficiencia cardíaca congestiva.

Para diagnosticar una malformación arteriovenosa (MAV) cerebral, su profesional de la salud revisa sus síntomas y realiza un examen físico.

Se pueden usar una o más pruebas para diagnosticar una MAV cerebral. Las pruebas de imagen generalmente las realizan radiólogos capacitados en imágenes del cerebro y el sistema nervioso, conocidos como neurorradiólogos.

Este angiograma cerebral muestra una MAV cerebral.

Una tomografía computarizada (TC) puede ver casi todas las partes del cuerpo. Se usa para diagnosticar enfermedades o lesiones, así como para planificar tratamientos médicos, quirúrgicos o de radiación.

Las pruebas utilizadas para diagnosticar MAV cerebrales incluyen:

• Angiografía cerebral. Esta es la prueba más detallada para diagnosticar una MAV cerebral. La angiografía cerebral revela la ubicación de las arterias de alimentación y las venas de drenaje, lo cual es fundamental para la planificación del tratamiento. La angiografía cerebral también se conoce como arteriografía cerebral.

  En esta prueba, se inserta un tubo largo y delgado llamado catéter en una arteria de la ingle o la muñeca. El catéter se introduce en el cerebro mediante imágenes de rayos X. Se inyecta un tinte en los vasos sanguíneos del cerebro para hacerlos visibles bajo imágenes de rayos X.

• Tomografía computarizada (TC). Una tomografía computarizada utiliza una serie de rayos X para crear una imagen transversal detallada del cerebro.

  A veces, se inyecta un tinte a través de un tubo en una vena para la tomografía computarizada. Este tipo de prueba se conoce como angiografía por tomografía computarizada. El tinte permite ver con mayor detalle las arterias que alimentan la MAV y las venas que drenan la MAV.

• Imagen por resonancia magnética (IRM). La IRM utiliza imanes potentes y ondas de radio para crear imágenes detalladas del cerebro.

  La IRM es más sensible que la TC y puede mostrar cambios sutiles en el tejido cerebral relacionados con una MAV cerebral.

  La IRM también proporciona información sobre la ubicación exacta de la MAV cerebral y cualquier hemorragia relacionada en el cerebro. La información es importante para la planificación del tratamiento.

  También se puede inyectar un tinte para ver la circulación sanguínea en el cerebro. Este tipo de prueba se conoce como angiografía por resonancia magnética.

Angiografía cerebral. Esta es la prueba más detallada para diagnosticar una MAV cerebral. La angiografía cerebral revela la ubicación de las arterias de alimentación y las venas de drenaje, lo cual es fundamental para la planificación del tratamiento. La angiografía cerebral también se conoce como arteriografía cerebral.

En esta prueba, se inserta un tubo largo y delgado llamado catéter en una arteria de la ingle o la muñeca. El catéter se introduce en el cerebro mediante imágenes de rayos X. Se inyecta un tinte en los vasos sanguíneos del cerebro para hacerlos visibles bajo imágenes de rayos X.

Tomografía computarizada (TC). Una tomografía computarizada utiliza una serie de rayos X para crear una imagen transversal detallada del cerebro.

A veces, se inyecta un tinte a través de un tubo en una vena para la tomografía computarizada. Este tipo de prueba se conoce como angiografía por tomografía computarizada. El tinte permite ver con mayor detalle las arterias que alimentan la MAV y las venas que drenan la MAV.

Imagen por resonancia magnética (IRM). La IRM utiliza imanes potentes y ondas de radio para crear imágenes detalladas del cerebro.

La IRM es más sensible que la TC y puede mostrar cambios sutiles en el tejido cerebral relacionados con una MAV cerebral.

La IRM también proporciona información sobre la ubicación exacta de la MAV cerebral y cualquier hemorragia relacionada en el cerebro. La información es importante para la planificación del tratamiento.

También se puede inyectar un tinte para ver la circulación sanguínea en el cerebro. Este tipo de prueba se conoce como angiografía por resonancia magnética.

En la embolización endovascular, se inserta un tubo largo y delgado llamado catéter en una arteria de la pierna. El catéter se introduce a través de los vasos sanguíneos hasta el cerebro utilizando imágenes de rayos X. El cirujano coloca el catéter en una de las arterias que irriga la malformación arteriovenosa (MAV). Se inyecta un agente embolizante, como partículas pequeñas o una sustancia similar al pegamento. El agente embolizante bloquea la arteria y reduce el flujo sanguíneo hacia la MAV.

En la embolización endovascular para MAV, un catéter deposita partículas de una sustancia similar al pegamento en la arteria afectada para bloquear el flujo sanguíneo.

Los haces de radiación individuales son demasiado débiles para dañar el tejido cerebral a través del cual viajan hasta el objetivo. La radiación es más potente donde se intersecan todos los haces.

Existen varios tratamientos para la malformación arteriovenosa cerebral (MAV). El objetivo principal del tratamiento es prevenir el sangrado, conocido como hemorragia. El tratamiento también puede ayudar a controlar las convulsiones u otros síntomas cerebrales.

El tratamiento adecuado depende de su edad, salud y del tamaño y la ubicación de la MAV cerebral.

Se pueden usar medicamentos para tratar los síntomas causados por la MAV, como dolores de cabeza o convulsiones.

La cirugía es el tratamiento más común para las MAV cerebrales. Hay tres opciones quirúrgicas:

• Extirpación quirúrgica, conocida como resección. Se puede recomendar cirugía si la MAV cerebral ha sangrado o si se encuentra en un área a la que se puede acceder fácilmente. En este procedimiento, el cirujano extrae parte del cráneo para acceder a la MAV.

  Con la ayuda de un microscopio de alta potencia, el cirujano sella la MAV con clips especiales y la extrae cuidadosamente del tejido cerebral circundante. Luego, el cirujano vuelve a colocar el hueso del cráneo y cierra la incisión en el cuero cabelludo.

  La resección generalmente se realiza cuando la MAV se puede extirpar con poco riesgo de hemorragia o convulsiones. Las MAV que se encuentran en regiones profundas del cerebro conllevan un mayor riesgo de complicaciones, y se pueden recomendar otros tratamientos.

• Embolización endovascular. En este procedimiento, se inserta un catéter en una arteria de la pierna o la muñeca. El catéter se introduce a través de los vasos sanguíneos hasta el cerebro utilizando imágenes de rayos X.

  El catéter se coloca en una de las arterias que irriga la MAV cerebral. El cirujano inyecta un agente embolizante. Esto puede ser partículas pequeñas, una sustancia similar al pegamento, microcoils u otros materiales. El agente embolizante bloquea la arteria y reduce el flujo sanguíneo hacia la MAV.

  La embolización endovascular es menos invasiva que la cirugía tradicional. Se puede realizar sola, pero a menudo se usa antes de otros tratamientos quirúrgicos para que sean más seguros. Lo hace reduciendo el tamaño de la MAV cerebral o la probabilidad de sangrado.

  En algunas MAV cerebrales grandes, la embolización endovascular se puede utilizar para reducir los síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular al redirigir la sangre de regreso al tejido cerebral.

• Radiocirugía estereotáctica (SRS). Este tratamiento utiliza radiación enfocada con precisión para destruir la MAV. Este tipo de cirugía no requiere cortes en el cuerpo como otras cirugías.

  En cambio, la SRS dirige muchos haces de radiación altamente dirigidos a la MAV para dañar los vasos sanguíneos y causar cicatrización. Los vasos sanguíneos de la MAV cicatrizados luego se cierran lentamente en 1 a 3 años.

  Este tratamiento se puede realizar para MAV pequeñas que son difíciles de extirpar con cirugía tradicional. También se puede realizar para MAV que no han causado hemorragias peligrosas.

Extirpación quirúrgica, conocida como resección. Se puede recomendar cirugía si la MAV cerebral ha sangrado o si se encuentra en un área a la que se puede acceder fácilmente. En este procedimiento, el cirujano extrae parte del cráneo para acceder a la MAV.

Con la ayuda de un microscopio de alta potencia, el cirujano sella la MAV con clips especiales y la extrae cuidadosamente del tejido cerebral circundante. Luego, el cirujano vuelve a colocar el hueso del cráneo y cierra la incisión en el cuero cabelludo.

La resección generalmente se realiza cuando la MAV se puede extirpar con poco riesgo de hemorragia o convulsiones. Las MAV que se encuentran en regiones profundas del cerebro conllevan un mayor riesgo de complicaciones, y se pueden recomendar otros tratamientos.

Embolización endovascular. En este procedimiento, se inserta un catéter en una arteria de la pierna o la muñeca. El catéter se introduce a través de los vasos sanguíneos hasta el cerebro utilizando imágenes de rayos X.

El catéter se coloca en una de las arterias que irriga la MAV cerebral. El cirujano inyecta un agente embolizante. Esto puede ser partículas pequeñas, una sustancia similar al pegamento, microcoils u otros materiales. El agente embolizante bloquea la arteria y reduce el flujo sanguíneo hacia la MAV.

La embolización endovascular es menos invasiva que la cirugía tradicional. Se puede realizar sola, pero a menudo se usa antes de otros tratamientos quirúrgicos para que sean más seguros. Lo hace reduciendo el tamaño de la MAV cerebral o la probabilidad de sangrado.

En algunas MAV cerebrales grandes, la embolización endovascular se puede utilizar para reducir los síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular al redirigir la sangre de regreso al tejido cerebral.

Radiocirugía estereotáctica (SRS). Este tratamiento utiliza radiación enfocada con precisión para destruir la MAV. Este tipo de cirugía no requiere cortes en el cuerpo como otras cirugías.

A veces, los profesionales de la salud deciden controlar una MAV cerebral en lugar de tratarla. Esto puede recomendarse si tiene pocos o ningún síntoma o si su MAV se encuentra en un área de su cerebro que es difícil de tratar. El control incluye chequeos médicos regulares con su equipo de atención médica.

También se están evaluando innovaciones en la tecnología de imágenes. Las innovaciones incluyen imágenes 3D, mapeo de tractos cerebrales e imágenes funcionales, que producen imágenes del flujo sanguíneo a ciertas áreas del cerebro. Las técnicas tienen el potencial de mejorar la precisión y la seguridad quirúrgicas en la extirpación de MAV cerebrales y la preservación de los vasos sanguíneos circundantes.

Los avances continuos en las técnicas de embolización, radiocirugía y microcirugía también están permitiendo el uso de la cirugía para tratar MAV cerebrales que eran difíciles de acceder en el pasado. Los avances también están haciendo más segura la extirpación de MAV cerebrales durante la cirugía.

Puede tomar medidas para sobrellevar las emociones que pueden surgir con un diagnóstico de malformación arteriovenosa cerebral (MAV) y el proceso de recuperación. Considere intentar:

• Aprenda sobre la MAV cerebral para tomar decisiones informadas sobre su atención. Pregunte a su profesional de la salud sobre el tamaño y la ubicación de su MAV cerebral. Pregunte cómo eso afecta sus opciones de tratamiento. A medida que aprenda más sobre las MAV cerebrales, puede sentirse más seguro al tomar decisiones sobre el tratamiento.
• Acepte sus emociones. Las complicaciones de la MAV cerebral, como la hemorragia y el accidente cerebrovascular, pueden causar preocupaciones emocionales y físicas. Reconozca que experimentar emociones es común. Algunos cambios emocionales y de humor pueden ser causados por la lesión en sí, junto con la aceptación del diagnóstico.
• Mantenga cerca a sus amigos y familiares. Mantener fuertes sus relaciones cercanas ayuda durante la recuperación. Los amigos y familiares pueden brindar el apoyo práctico que necesita, como acompañarlo a las citas médicas y brindar apoyo emocional.
• Busque a alguien con quien hablar. Busque a un buen oyente que esté dispuesto a escucharle hablar sobre sus esperanzas y miedos. Esto puede ser un amigo o familiar. La preocupación y la comprensión de un consejero, trabajador social médico, miembro del clero o grupo de apoyo también pueden ser útiles.

Pregunte a su profesional de la salud sobre los grupos de apoyo en su área. También puede buscar en línea o consultar en la biblioteca. Puede encontrar un grupo de apoyo a través de una organización nacional, como la American Stroke Association o la Aneurysm and AVM Foundation.