Adicción A Las Drogas (Trastorno Por Consumo De Sustancias)

La adicción a las drogas, también llamada trastorno por consumo de sustancias, es una enfermedad que afecta el cerebro y el comportamiento de una persona y conduce a la incapacidad de controlar el uso de una droga o medicamento legal o ilegal. Sustancias como el alcohol, la marihuana y la nicotina también se consideran drogas. Cuando eres adicto, puedes continuar usando la droga a pesar del daño que causa.

La adicción a las drogas puede comenzar con el uso experimental de una droga recreativa en situaciones sociales y, para algunas personas, el consumo de drogas se vuelve más frecuente. Para otros, particularmente con los opioides, la adicción a las drogas comienza cuando toman medicamentos recetados o los reciben de otras personas que tienen recetas.

El riesgo de adicción y la rapidez con la que se vuelve adicto varía según la droga. Algunas drogas, como los analgésicos opioides, tienen un riesgo mayor y causan adicción más rápidamente que otras.

Con el paso del tiempo, es posible que necesite dosis más grandes de la droga para drogarse. Pronto es posible que necesite la droga solo para sentirse bien. A medida que aumenta el consumo de drogas, puede descubrir que es cada vez más difícil prescindir de la droga. Los intentos de dejar de consumir drogas pueden causar antojos intensos y hacer que se sienta físicamente enfermo. Estos se llaman síntomas de abstinencia.

La ayuda de su proveedor de atención médica, familiares, amigos, grupos de apoyo o un programa de tratamiento organizado puede ayudarlo a superar su adicción a las drogas y mantenerse libre de drogas.

Los síntomas o comportamientos de la adicción a las drogas incluyen, entre otros:

• Sentir que necesita usar la droga regularmente, a diario o incluso varias veces al día
• Tener ansias intensas por la droga que bloquean cualquier otro pensamiento
• Con el tiempo, necesitar más droga para obtener el mismo efecto
• Tomar cantidades mayores de la droga durante un período de tiempo más largo del que pretendía
• Asegurarse de mantener un suministro de la droga
• Gastar dinero en la droga, aunque no pueda permitírselo
• No cumplir con las obligaciones y responsabilidades laborales, o reducir las actividades sociales o recreativas debido al consumo de drogas
• Continuar usando la droga, aunque sepa que le está causando problemas en su vida o le está causando daño físico o psicológico
• Hacer cosas para conseguir la droga que normalmente no haría, como robar
• Conducir o realizar otras actividades riesgosas cuando está bajo la influencia de la droga
• Pasar mucho tiempo consiguiendo la droga, usando la droga o recuperándose de los efectos de la droga
• Fracasar en sus intentos de dejar de usar la droga
• Experimentar síntomas de abstinencia cuando intenta dejar de tomar la droga

A veces es difícil distinguir el estado de ánimo o la ansiedad normales de la adolescencia de los signos de consumo de drogas. Los posibles signos de que su adolescente u otro miembro de la familia está consumiendo drogas incluyen:

• Problemas en la escuela o en el trabajo: ausencias frecuentes en la escuela o el trabajo, un desinterés repentino en las actividades escolares o laborales, o una disminución en las calificaciones o el rendimiento laboral
• Problemas de salud física: falta de energía y motivación, pérdida o aumento de peso, o ojos rojos
• Apariencia descuidada: falta de interés en la ropa, el aseo o el aspecto
• Cambios en el comportamiento: grandes esfuerzos para impedir que los miembros de la familia entren en la habitación del adolescente o ser reservado sobre salir con amigos; o cambios drásticos en el comportamiento y en las relaciones con la familia y los amigos
• Problemas de dinero: solicitudes repentinas de dinero sin una explicación razonable; o el descubrimiento de que falta dinero o ha sido robado, o que han desaparecido objetos de su casa, lo que indica que tal vez se están vendiendo para financiar el consumo de drogas

Los signos y síntomas del consumo o la intoxicación por drogas pueden variar según el tipo de droga. A continuación encontrará varios ejemplos.

Las personas consumen cannabis fumándolo, comiéndolo o inhalando una forma vaporizada de la droga. El cannabis a menudo precede o se usa junto con otras sustancias, como el alcohol o las drogas ilegales, y suele ser la primera droga que se prueba.

Los signos y síntomas del consumo reciente pueden incluir:

• Una sensación de euforia o de estar "colocado"
• Una mayor percepción visual, auditiva y gustativa
• Ojos rojos
• Boca seca
• Disminución de la coordinación
• Dificultad para concentrarse o recordar
• Lentitud en el tiempo de reacción
• Ansiedad o pensamiento paranoico
• Olor a cannabis en la ropa o puntas de los dedos amarillas
• Antojos intensos de ciertos alimentos en horarios inusuales

El consumo a largo plazo a menudo se asocia con:

• Disminución de la agudeza mental
• Bajo rendimiento en la escuela o en el trabajo
• Tos persistente e infecciones pulmonares frecuentes

Dos grupos de drogas sintéticas, los cannabinoides sintéticos y las catinonas sustituidas o sintéticas, son ilegales en la mayoría de los estados. Los efectos de estas drogas pueden ser peligrosos e impredecibles, ya que no hay control de calidad y algunos ingredientes pueden no ser conocidos.

Los cannabinoides sintéticos, también llamados K2 o Spice, se rocían sobre hierbas secas y luego se fuman, pero pueden prepararse como una infusión de hierbas. Una forma líquida puede vaporizarse en cigarrillos electrónicos. A pesar de las afirmaciones del fabricante, se trata de compuestos químicos y no de productos "naturales" o inofensivos. Estas drogas pueden producir un "colocón" similar a la marihuana y se han convertido en una alternativa popular pero peligrosa.

Los signos y síntomas del consumo reciente pueden incluir:

• Una sensación de euforia o de estar "colocado"
• Estado de ánimo elevado
• Una alteración de la percepción visual, auditiva y gustativa
• Ansiedad o agitación extremas
• Paranoia
• Alucinaciones
• Vómitos
• Confusión
• Comportamiento violento

Las catinonas sustituidas, también llamadas "sales de baño", son sustancias psicoactivas similares a las anfetaminas como el éxtasis (MDMA) y la cocaína. Los paquetes a menudo se etiquetan como otros productos para evitar su detección.

A pesar del nombre, no se trata de productos de baño como las sales de Epsom. Las catinonas sustituidas pueden ingerirse, inhalarse por la nariz, inhalarse o inyectarse y son altamente adictivas. Estas drogas pueden causar una intoxicación grave, que provoca efectos nocivos para la salud o incluso la muerte.

Los signos y síntomas del consumo reciente pueden incluir:

• Sensación de estar "colocado"

• Mayor sociabilidad

• Aumento de la energía y la agitación

• Aumento del deseo sexual

• Problemas para pensar con claridad

• Pérdida del control muscular

• Paranoia

• Ataques de pánico

• Alucinaciones

• Delirio

• Comportamiento psicótico y violento

• Barbitúricos. Un ejemplo es el fenobarbital.

• Benzodiazepinas. Algunos ejemplos incluyen sedantes, como diazepam (Valium), alprazolam (Xanax), lorazepam (Ativan), clonazepam (Klonopin) y clordiazepóxido (Librium).

• Hipnóticos. Algunos ejemplos incluyen medicamentos recetados para dormir, como zolpidem (Ambien) y zaleplon (Sonata).

Los signos y síntomas del consumo reciente pueden incluir:

• Somnolencia
• Habla arrastrada
• Falta de coordinación
• Irritabilidad o cambios de humor
• Problemas para concentrarse o pensar con claridad
• Problemas de memoria
• Movimientos oculares involuntarios
• Falta de inhibición
• Caídas o accidentes
• Mareos

Los estimulantes incluyen anfetaminas, metanfetamina (metanfetamina), cocaína, metilfenidato (Ritalin, Concerta, otros) y anfetamina-dextroanfetamina (Adderall XR, Mydayis). A menudo se usan y se usan mal en busca de un "colocón", o para aumentar la energía, mejorar el rendimiento en el trabajo o la escuela, o para perder peso o controlar el apetito.

Los signos y síntomas del consumo reciente pueden incluir:

• Sensación de alegría y demasiada confianza
• Mayor estado de alerta
• Aumento de la energía e inquietud
• Cambios de comportamiento o agresión
• Habla rápida o divagante
• Pupilas más grandes de lo habitual, los círculos negros en el centro de los ojos
• Confusión, delirios y alucinaciones
• Irritabilidad, ansiedad o paranoia
• Náuseas o vómitos con pérdida de peso
• Juicio deficiente
• Congestión nasal y daño en la membrana mucosa de la nariz (si se inhalan drogas)
• Llagas en la boca, enfermedad de las encías y caries dental por fumar drogas ("boca de metanfetamina")
• Insomnio

Las drogas de club se usan comúnmente en clubes, conciertos y fiestas. Algunos ejemplos incluyen la metilendioximetanfetamina, también llamada MDMA, éxtasis o molly, y el ácido gamma-hidroxibutírico, conocido como GHB. Otros ejemplos incluyen la ketamina y el flunitrazepam o Rohypnol, una marca utilizada fuera de los EE. UU., también llamado roofie. Estas drogas no están todas en la misma categoría, pero comparten algunos efectos y peligros similares, incluidos los efectos nocivos a largo plazo.

Debido a que el GHB y el flunitrazepam pueden causar sedación, relajación muscular, confusión y pérdida de memoria, el potencial de mala conducta sexual o agresión sexual se asocia con el consumo de estas drogas.

Los signos y síntomas del consumo de drogas de club pueden incluir:

• Alucinaciones
• Paranoia
• Pupilas más grandes de lo habitual
• Escalofríos y sudoración
• Temblores involuntarios
• Cambios de comportamiento
• Calambres musculares y apretamiento de dientes
• Relajación muscular, mala coordinación o problemas para moverse
• Disminución de las inhibiciones
• Mayor o alterada sensación de vista, oído y gusto
• Juicio deficiente
• Problemas de memoria o pérdida de memoria
• Disminución de la conciencia

El consumo de alucinógenos puede producir diferentes signos y síntomas, según la droga. Los alucinógenos más comunes son el dietilamida del ácido lisérgico (LSD) y la fenciclidina (PCP).

El consumo de LSD puede causar:

• Alucinaciones
• Gran reducción de la percepción de la realidad, por ejemplo, interpretar la información de uno de sus sentidos como otro, como oír colores
• Comportamiento impulsivo
• Cambios rápidos de emociones
• Cambios mentales permanentes en la percepción
• Temblores
• Retornos de la experiencia, una reviviscencia de las alucinaciones, incluso años después

El consumo de PCP puede causar:

• Una sensación de estar separado de su cuerpo y su entorno
• Alucinaciones
• Problemas de coordinación y movimiento
• Comportamiento agresivo, posiblemente violento
• Movimientos oculares involuntarios
• Falta de sensación de dolor
• Problemas de pensamiento y memoria
• Problemas para hablar
• Juicio deficiente
• Intolerancia al ruido fuerte
• A veces convulsiones o coma

Los signos y síntomas del consumo de inhalantes varían según la sustancia. Algunas sustancias comúnmente inhaladas incluyen pegamento, diluyentes de pintura, líquido corrector, líquido de rotulador, gasolina, líquidos de limpieza y productos en aerosol domésticos. Debido a la naturaleza tóxica de estas sustancias, los usuarios pueden desarrollar daño cerebral o muerte súbita.

Los signos y síntomas del consumo pueden incluir:

• Poseer una sustancia inhalante sin una explicación razonable
• Breve alegría y excitación
• Comportarse como si estuviera borracho
• Disminución de la capacidad para controlar los impulsos
• Comportamiento agresivo o ganas de pelear
• Mareos
• Náuseas o vómitos
• Movimientos oculares involuntarios
• Parecer bajo la influencia de drogas, con habla arrastrada, movimientos lentos y mala coordinación
• Latidos cardíacos irregulares
• Temblores
• Olor persistente a material inhalante
• Erupción alrededor de la nariz y la boca

Los opioides son drogas narcóticas analgésicas producidas a partir del opio o fabricadas sintéticamente. Esta clase de drogas incluye, entre otras, heroína, morfina, codeína, metadona, fentanilo y oxicodona.

A veces llamada la "epidemia de opioides", la adicción a los analgésicos opioides recetados ha alcanzado una tasa alarmante en todo Estados Unidos. Algunas personas que han estado consumiendo opioides durante un período prolongado de tiempo pueden necesitar una sustitución de drogas temporal o a largo plazo recetada por un médico durante el tratamiento.

Los signos y síntomas del consumo y la dependencia de narcóticos pueden incluir:

• Una sensación de estar "colocado"
• Disminución de la sensación de dolor
• Agitación, somnolencia o sedación
• Habla arrastrada
• Problemas de atención y memoria
• Pupilas más pequeñas de lo habitual
• Falta de conciencia o falta de atención a las personas y cosas que lo rodean
• Problemas de coordinación
• Confusión
• Estreñimiento
• Goteo nasal o llagas en la nariz (si se inhalan drogas)
• Marcas de agujas (si se inyectan drogas)

Si su consumo de drogas está fuera de control o le está causando problemas, busque ayuda. Cuanto antes busque ayuda, mayores serán sus posibilidades de una recuperación a largo plazo. Hable con su proveedor de atención médica o consulte a un proveedor de salud mental, como un médico especializado en medicina o psiquiatría de adicciones, o un consejero de alcohol y drogas con licencia.

Cite una cita para ver a un proveedor si:

• No puede dejar de consumir drogas
• Continúa consumiendo drogas a pesar del daño que le causa
• Su consumo de drogas ha provocado un comportamiento inseguro, como compartir agujas o tener relaciones sexuales sin protección
• Cree que puede estar teniendo síntomas de abstinencia después de dejar de consumir drogas

Busque ayuda de emergencia si usted o alguien que conoce ha tomado una droga y:

• Puede haber sufrido una sobredosis
• Muestra cambios en la conciencia
• Tiene dificultad para respirar
• Tiene convulsiones o convulsiones
• Tiene cualquier otra reacción física o psicológica problemática al consumo de la droga

Las personas que luchan contra la adicción generalmente niegan tener un problema y dudan en buscar tratamiento. Una intervención ofrece a un ser querido una oportunidad estructurada para hacer cambios antes de que las cosas empeoren y puede motivar a alguien a buscar o aceptar ayuda.

Es importante planificar una intervención cuidadosamente. Puede ser realizada por familiares y amigos en consulta con un proveedor de atención médica o un profesional de salud mental, como un consejero de alcohol y drogas con licencia, o dirigida por un profesional de intervención. Involucra a familiares y amigos y, a veces, a compañeros de trabajo, clérigos u otras personas que se preocupan por la persona que lucha contra la adicción.

Durante la intervención, estas personas se reúnen para tener una conversación directa y sincera con la persona sobre las consecuencias de la adicción. Luego le piden a la persona que acepte tratamiento.

Al igual que muchos trastornos de salud mental, varios factores pueden contribuir al desarrollo de la adicción a las drogas. Los factores principales son:

• Entorno. Los factores ambientales, incluidas las creencias y actitudes de su familia y la exposición a un grupo de pares que fomenta el consumo de drogas, parecen desempeñar un papel en el consumo inicial de drogas.
• Genética. Una vez que haya comenzado a consumir una droga, el desarrollo de la adicción puede verse influenciado por rasgos hereditarios (genéticos), que pueden retrasar o acelerar la progresión de la enfermedad.

La adicción física parece ocurrir cuando el uso repetido de una droga cambia la forma en que su cerebro siente placer. La droga adictiva causa cambios físicos en algunas células nerviosas (neuronas) de su cerebro. Las neuronas usan químicos llamados neurotransmisores para comunicarse. Estos cambios pueden permanecer mucho después de que deje de consumir la droga.

Personas de cualquier edad, sexo o condición económica pueden volverse adictas a una droga. Ciertos factores pueden afectar la probabilidad y la velocidad de desarrollar una adicción:

• Historia familiar de adicción. La adicción a las drogas es más común en algunas familias y probablemente implica un mayor riesgo basado en los genes. Si tiene un pariente consanguíneo, como un padre o un hermano, con adicción al alcohol o a las drogas, corre un mayor riesgo de desarrollar una adicción a las drogas.
• Falta de participación familiar. Las situaciones familiares difíciles o la falta de un vínculo con sus padres o hermanos pueden aumentar el riesgo de adicción, al igual que la falta de supervisión parental.
• Uso temprano. El consumo de drogas a una edad temprana puede causar cambios en el cerebro en desarrollo y aumentar la probabilidad de progresar a la adicción a las drogas.
• Consumir una droga altamente adictiva. Algunas drogas, como los estimulantes, la cocaína o los analgésicos opioides, pueden provocar un desarrollo más rápido de la adicción que otras drogas. Fumar o inyectarse drogas puede aumentar el potencial de adicción. Consumir drogas consideradas menos adictivas, las llamadas "drogas ligeras", puede iniciar un camino de consumo y adicción a las drogas.

El consumo de drogas puede tener efectos significativos y dañinos a corto y largo plazo. Consumir algunas drogas puede ser particularmente riesgoso, especialmente si se toman dosis altas o se combinan con otras drogas o alcohol. Aquí hay algunos ejemplos.

• La metanfetamina, los opiáceos y la cocaína son altamente adictivos y causan múltiples consecuencias para la salud a corto y largo plazo, incluyendo comportamiento psicótico, convulsiones o muerte por sobredosis. Los opiáceos afectan la parte del cerebro que controla la respiración, y la sobredosis puede causar la muerte. Tomar opiáceos con alcohol aumenta este riesgo.
• La GHB y el flunitrazepam pueden causar sedación, confusión y pérdida de memoria. Estas llamadas "drogas de violación en citas" son conocidas por afectar la capacidad de resistir el contacto no deseado y el recuerdo del evento. En dosis altas, pueden causar convulsiones, coma y muerte. El peligro aumenta cuando estas drogas se toman con alcohol.
• El MDMA —también conocido como molly o éxtasis— puede interferir con la capacidad del cuerpo para regular la temperatura. Un aumento severo en la temperatura corporal puede resultar en insuficiencia hepática, renal o cardíaca y muerte. Otras complicaciones pueden incluir deshidratación severa, que lleva a convulsiones. A largo plazo, el MDMA puede dañar el cerebro.
• Un peligro particular de las drogas de club es que las formas líquidas, en pastillas o en polvo de estas drogas disponibles en la calle a menudo contienen sustancias desconocidas que pueden ser dañinas, incluyendo otras drogas fabricadas ilegalmente o farmacéuticas.
• Debido a la naturaleza tóxica de los inhalantes, los usuarios pueden desarrollar daño cerebral de diferentes niveles de gravedad. La muerte súbita puede ocurrir incluso después de una sola exposición.

La dependencia de las drogas puede crear una serie de complicaciones peligrosas y dañinas, incluyendo:

• Contraer una enfermedad infecciosa. Las personas adictas a una droga tienen más probabilidades de contraer una enfermedad infecciosa, como el VIH, ya sea a través de relaciones sexuales sin protección o compartiendo agujas con otros.
• Otros problemas de salud. La adicción a las drogas puede provocar una variedad de problemas de salud mental y física, tanto a corto como a largo plazo. Estos dependen de la droga que se consuma.
• Accidentes. Las personas adictas a las drogas tienen más probabilidades de conducir o realizar otras actividades peligrosas mientras están bajo la influencia.
• Suicidio. Las personas adictas a las drogas mueren por suicidio con más frecuencia que las personas que no son adictas.
• Problemas familiares. Los cambios de comportamiento pueden causar conflictos en la relación o la familia y problemas de custodia.
• Problemas laborales. El consumo de drogas puede causar un descenso en el rendimiento laboral, ausentismo y la eventual pérdida del empleo.
• Problemas en la escuela. El consumo de drogas puede afectar negativamente el rendimiento académico y la motivación para sobresalir en la escuela.
• Problemas legales. Los problemas legales son comunes para los consumidores de drogas y pueden provenir de la compra o posesión de drogas ilegales, el robo para mantener la adicción a las drogas, conducir bajo la influencia de drogas o alcohol, o disputas sobre la custodia de los hijos.

La mejor manera de prevenir una adicción a una droga es no consumirla en absoluto. Si su proveedor de atención médica le receta un medicamento con potencial de adicción, tenga cuidado al tomarlo y siga las instrucciones. Los proveedores de atención médica deben recetar estos medicamentos en dosis y cantidades seguras y controlar su uso para que no se le administre una dosis demasiado alta o durante demasiado tiempo. Si siente que necesita tomar más de la dosis prescrita de un medicamento, hable con su proveedor de atención médica. Tome estas medidas para ayudar a prevenir el mal uso de drogas en sus hijos y adolescentes:

• Comuníquese. Hable con sus hijos sobre los riesgos del consumo y el mal uso de drogas.
• Sea un buen ejemplo. No haga mal uso del alcohol ni de las drogas adictivas. Los hijos de padres que hacen mal uso de drogas tienen un mayor riesgo de adicción a las drogas.
• Fortalezca el vínculo. Trabaje en su relación con sus hijos. Un vínculo fuerte y estable entre usted y su hijo reducirá el riesgo de que su hijo use o haga mal uso de drogas. Una vez que haya sido adicto a una droga, tiene un alto riesgo de recaer en un patrón de adicción. Si comienza a usar la droga, es probable que vuelva a perder el control de su uso, incluso si ha recibido tratamiento y no ha usado la droga durante algún tiempo.
• Siga su plan de tratamiento. Controle sus antojos. Puede parecer que se ha recuperado y que no necesita seguir tomando medidas para mantenerse libre de drogas. Pero sus posibilidades de mantenerse libre de drogas serán mucho mayores si continúa viendo a su terapeuta o consejero, asistiendo a reuniones de grupos de apoyo y tomando medicamentos recetados.
• Evite situaciones de alto riesgo. No regrese al vecindario donde solía obtener sus drogas. Y manténgase alejado de su antiguo grupo de drogas.
• Busque ayuda inmediatamente si vuelve a consumir la droga. Si vuelve a consumir la droga, hable con su proveedor de atención médica, su proveedor de salud mental o alguien más que pueda ayudarlo de inmediato.

Para el diagnóstico de un trastorno por uso de sustancias, la mayoría de los profesionales de la salud mental utilizan los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría.

Aunque no existe una cura para la adicción a las drogas, las opciones de tratamiento pueden ayudarte a superar una adicción y a mantenerte libre de drogas. Tu tratamiento dependerá de la droga utilizada y de cualquier trastorno médico o de salud mental relacionado que puedas tener. El seguimiento a largo plazo es importante para prevenir recaídas.

Los programas de tratamiento para el trastorno por consumo de sustancias suelen ofrecer:

• Sesiones de terapia individual, grupal o familiar
• Enfoque en la comprensión de la naturaleza de la adicción, en cómo liberarse de las drogas y en la prevención de recaídas
• Niveles de atención y entornos que varían según tus necesidades, como programas ambulatorios, residenciales e internados

El objetivo de la desintoxicación, también llamada "detox" o terapia de abstinencia, es permitirte dejar de consumir la droga adictiva lo más rápida y segura posible. Para algunas personas, puede ser seguro someterse a una terapia de abstinencia de forma ambulatoria. Otras pueden necesitar el ingreso a un hospital o a un centro de tratamiento residencial.

En una sobredosis de opioides, los servicios de emergencia, o en algunos estados cualquier persona que presencie una sobredosis, pueden administrar un medicamento llamado naloxona. La naloxona revierte temporalmente los efectos de los opioides.

Si bien la naloxona lleva años en el mercado, ahora hay disponibles un aerosol nasal (Narcan, Kloxxado) y una forma inyectable, aunque pueden ser muy caros. Independientemente del método de administración, busca atención médica inmediata después de usar naloxona.

Después de hablar contigo, tu proveedor de atención médica puede recomendarte medicamentos como parte de tu tratamiento para la adicción a los opioides. Los medicamentos no curan la adicción a los opioides, pero pueden ayudarte en tu recuperación. Estos medicamentos pueden reducir tus ansias de opioides y pueden ayudarte a evitar recaídas. Las opciones de tratamiento farmacológico para la adicción a los opioides pueden incluir buprenorfina, metadona, naltrexona y una combinación de buprenorfina y naloxona.

Como parte de un programa de tratamiento de drogas, un psicólogo o psiquiatra puede realizar terapia conductual, una forma de psicoterapia, o puedes recibir asesoramiento de un consejero de alcohol y drogas con licencia. La terapia y el asesoramiento se pueden realizar con un individuo, una familia o un grupo. El terapeuta o consejero puede:

• Ayudarte a desarrollar formas de afrontar tus antojos de drogas
• Sugerir estrategias para evitar las drogas y prevenir recaídas
• Ofrecer sugerencias sobre cómo afrontar una recaída si ocurre
• Hablar sobre temas relacionados con tu trabajo, problemas legales y relaciones con familiares y amigos
• Incluir a los miembros de la familia para ayudarles a desarrollar mejores habilidades de comunicación y brindar apoyo
• Abordar otras afecciones de salud mental

Muchos, aunque no todos, los grupos de apoyo de autoayuda utilizan el modelo de 12 pasos desarrollado por primera vez por Alcohólicos Anónimos. Los grupos de apoyo de autoayuda, como Narcóticos Anónimos, ayudan a las personas adictas a las drogas.

El mensaje del grupo de apoyo de autoayuda es que la adicción es un trastorno continuo con peligro de recaída. Los grupos de apoyo de autoayuda pueden disminuir la sensación de vergüenza y aislamiento que puede provocar una recaída.

Tu terapeuta o consejero con licencia puede ayudarte a encontrar un grupo de apoyo de autoayuda. También puedes encontrar grupos de apoyo en tu comunidad o en internet.

Incluso después de haber completado el tratamiento inicial, el tratamiento y el apoyo continuos pueden ayudar a prevenir una recaída. La atención de seguimiento puede incluir citas periódicas con tu consejero, continuar en un programa de autoayuda o asistir a una sesión grupal regular. Busca ayuda de inmediato si recaes.

Superar una adicción y mantenerse libre de drogas requiere un esfuerzo persistente. Aprender nuevas habilidades de afrontamiento y saber dónde encontrar ayuda es esencial. Tomar estas medidas puede ayudar:

• Consulta a un terapeuta con licencia o a un consejero de drogas y alcohol con licencia. La adicción a las drogas está relacionada con muchos problemas que pueden mejorarse con terapia o asesoramiento, incluidas otras preocupaciones de salud mental subyacentes o problemas matrimoniales o familiares. Consultar a un psiquiatra, psicólogo o consejero con licencia puede ayudarte a recuperar tu tranquilidad y a reparar tus relaciones.
• Únete a un grupo de apoyo. Los grupos de apoyo, como Narcóticos Anónimos o Alcohólicos Anónimos, pueden ser muy efectivos para afrontar la adicción. La compasión, la comprensión y las experiencias compartidas pueden ayudarte a romper tu adicción y a mantenerte libre de drogas.