La endocarditis es una inflamación potencialmente mortal del revestimiento interno de las cavidades y válvulas del corazón. Este revestimiento se llama endocardio.
La endocarditis generalmente es causada por una infección. Bacterias, hongos u otros gérmenes ingresan al torrente sanguíneo y se adhieren a áreas dañadas del corazón. Los factores que aumentan la probabilidad de contraer endocarditis son las válvulas cardíacas artificiales, las válvulas cardíacas dañadas u otros defectos cardíacos.
Sin tratamiento rápido, la endocarditis puede dañar o destruir las válvulas cardíacas. Los tratamientos para la endocarditis incluyen medicamentos y cirugía.
Los síntomas de la endocarditis pueden variar de una persona a otra. La endocarditis puede desarrollarse lenta o repentinamente. Depende del tipo de gérmenes que causen la infección y de si existen otros problemas cardíacos.
Síntomas comunes de la endocarditis incluyen:
Los síntomas menos comunes de la endocarditis pueden incluir:
Si tiene síntomas de endocarditis, consulte a su proveedor de atención médica lo antes posible, especialmente si tiene un defecto cardíaco congénito o antecedentes de endocarditis. Afecciones menos graves pueden causar signos y síntomas similares. Se necesita una evaluación adecuada por parte de un proveedor de atención médica para hacer el diagnóstico.
Si le han diagnosticado endocarditis y tiene alguno de los siguientes síntomas, informe a su proveedor de atención médica. Estos síntomas pueden significar que la infección está empeorando:
La endocarditis generalmente es causada por una infección bacteriana, fúngica u otros gérmenes. Los gérmenes ingresan al torrente sanguíneo y viajan al corazón. En el corazón, se adhieren a las válvulas cardíacas dañadas o al tejido cardíaco dañado.
Por lo general, el sistema inmunitario del cuerpo destruye las bacterias dañinas que ingresan al torrente sanguíneo. Sin embargo, las bacterias de la piel o de la boca, la garganta o el intestino pueden ingresar al torrente sanguíneo y causar endocarditis en las circunstancias adecuadas.
Muchas cosas diferentes pueden causar que los gérmenes entren en el torrente sanguíneo y provoquen endocarditis. Tener una válvula cardíaca defectuosa, enferma o dañada aumenta el riesgo de la afección. Sin embargo, la endocarditis puede ocurrir en personas sin problemas de válvulas cardíacas.
Los factores de riesgo para la endocarditis incluyen:
En la endocarditis, crecimientos irregulares formados por gérmenes y fragmentos celulares forman una masa en el corazón. Estos grupos se llaman vegetaciones. Pueden desprenderse y viajar al cerebro, los pulmones, los riñones y otros órganos. También pueden viajar a los brazos y las piernas.
Las complicaciones de la endocarditis pueden incluir:
Puedes tomar las siguientes medidas para ayudar a prevenir la endocarditis:
Para diagnosticar la endocarditis, un proveedor de atención médica realiza un examen físico y le hace preguntas sobre su historial médico y sus síntomas. Se realizan pruebas para ayudar a confirmar o descartar la endocarditis.
Pruebas utilizadas para ayudar a diagnosticar la endocarditis:
Ecocardiograma. Se utilizan ondas sonoras para crear imágenes del corazón latiente. Esta prueba muestra qué tan bien las cámaras y válvulas del corazón bombean sangre. También puede mostrar la estructura del corazón. Su proveedor puede utilizar dos tipos diferentes de ecocardiogramas para ayudar a diagnosticar la endocarditis.
En un ecocardiograma estándar (trans-torácico), un dispositivo similar a una varita (transductor) se mueve sobre el área del pecho. El dispositivo dirige ondas sonoras al corazón y las registra a medida que rebotan.
En un ecocardiograma transesofágico, un tubo flexible que contiene un transductor se guía por la garganta y hacia el tubo que conecta la boca con el estómago (esófago). Un ecocardiograma transesofágico proporciona imágenes mucho más detalladas del corazón que las que son posibles con un ecocardiograma estándar.
Hemocultivo. Esta prueba ayuda a identificar gérmenes en el torrente sanguíneo. Los resultados de esta prueba ayudan a determinar el antibiótico o la combinación de antibióticos que se utilizarán para el tratamiento.
Hemograma completo. Esta prueba puede determinar si hay una gran cantidad de glóbulos blancos, lo que puede ser un signo de infección. Un hemograma completo también puede ayudar a diagnosticar niveles bajos de glóbulos rojos sanos (anemia), lo que puede ser un signo de endocarditis. También se pueden realizar otras pruebas de sangre.
Ecocardiograma. Se utilizan ondas sonoras para crear imágenes del corazón latiente. Esta prueba muestra qué tan bien las cámaras y válvulas del corazón bombean sangre. También puede mostrar la estructura del corazón. Su proveedor puede utilizar dos tipos diferentes de ecocardiogramas para ayudar a diagnosticar la endocarditis.
En un ecocardiograma estándar (trans-torácico), un dispositivo similar a una varita (transductor) se mueve sobre el área del pecho. El dispositivo dirige ondas sonoras al corazón y las registra a medida que rebotan.
En un ecocardiograma transesofágico, un tubo flexible que contiene un transductor se guía por la garganta y hacia el tubo que conecta la boca con el estómago (esófago). Un ecocardiograma transesofágico proporciona imágenes mucho más detalladas del corazón que las que son posibles con un ecocardiograma estándar.
Electrocardiograma (ECG o EKG). Esta prueba rápida e indolora mide la actividad eléctrica del corazón. Durante un electrocardiograma (ECG), se colocan sensores (electrodos) en el pecho y, a veces, en los brazos o las piernas. No se utiliza específicamente para diagnosticar la endocarditis, pero puede mostrar si algo está afectando la actividad eléctrica del corazón.
Radiografía de tórax. Una radiografía de tórax muestra el estado de los pulmones y el corazón. Puede ayudar a determinar si la endocarditis ha causado hinchazón del corazón o si alguna infección se ha propagado a los pulmones.
Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM). Es posible que necesite exploraciones de su cerebro, tórax u otras partes de su cuerpo si su proveedor cree que la infección se ha propagado a estas áreas.
Muchas personas con endocarditis reciben tratamiento exitoso con antibióticos. Algunas veces, puede ser necesaria una cirugía para reparar o reemplazar las válvulas cardíacas dañadas y limpiar cualquier signo restante de la infección.
El tipo de medicamento que reciba depende de la causa de la endocarditis.
Se utilizan altas dosis de antibióticos para tratar la endocarditis causada por bacterias. Si recibe antibióticos, generalmente pasará una semana o más en el hospital para que los proveedores de atención médica puedan determinar si el tratamiento está funcionando.
Una vez que la fiebre y cualquier síntoma grave hayan desaparecido, es posible que pueda abandonar el hospital. Algunas personas continúan con los antibióticos con visitas al consultorio de un proveedor o en casa con atención domiciliaria. Los antibióticos generalmente se toman durante varias semanas.
Si la endocarditis es causada por una infección fúngica, se administra un medicamento antifúngico. Algunas personas necesitan pastillas antifúngicas de por vida para evitar que la endocarditis regrese.
Puede ser necesaria una cirugía de válvula cardíaca para tratar infecciones de endocarditis persistentes o para reemplazar una válvula dañada. A veces, se necesita cirugía para tratar la endocarditis causada por una infección fúngica.
Dependiendo de su condición específica, su proveedor de atención médica puede recomendar la reparación o el reemplazo de la válvula cardíaca. El reemplazo de la válvula cardíaca utiliza una válvula mecánica o una válvula hecha de tejido cardíaco de vaca, cerdo o humano (válvula de tejido biológico).
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