Dedo En Martillo Y Dedo En Garra

El dedo en martillo y el dedo en garra son problemas del pie que causan una flexión en uno o más dedos. El uso de zapatos que no calzan bien puede causar dedo en martillo y dedo en garra. Otras causas son las lesiones en el pie y ciertas enfermedades, como la diabetes. A menudo, se desconoce la causa. Un dedo en martillo tiene una flexión inusual en la articulación media de un dedo. El dedo en garra tiene una flexión en la articulación más cercana a la uña. El dedo en martillo y el dedo en garra suelen ocurrir en el segundo, tercer y cuarto dedos. Cambiar el calzado, usar plantillas y otros dispositivos pueden aliviar el dolor y la presión del dedo en martillo y el dedo en garra. La cirugía puede corregir la afección y aliviar la presión si estos tratamientos no funcionan.

El dedo en martillo y el dedo en garra presentan una flexión inusual en las articulaciones de uno o más dedos del pie. Otros síntomas incluyen: Dolor al usar zapatos. Dificultad para mover el dedo afectado. Rigidez en el dedo del pie. Enrojecimiento e inflamación. Crecimiento de callos y callosidades por el roce contra los zapatos o el suelo. Consulte a un proveedor de atención médica si tiene dolor de pie persistente que afecta su capacidad para caminar.

Consulte a un proveedor de atención médica si tiene dolor de pie persistente que afecta su capacidad para caminar.

El dedo en martillo y el dedo en garra se han relacionado con:

• Ciertos zapatos. Los zapatos de tacón alto o el calzado demasiado ajustado en la punta pueden apretujar los dedos del pie impidiéndoles quedar planos. Con el tiempo, el dedo puede permanecer curvado incluso sin zapatos.
• Traumatismos. Un dedo del pie que ha sufrido un golpe, un golpe fuerte o una fractura puede ser más propenso a desarrollar un dedo en martillo o en garra.
• Desequilibrio de los músculos del dedo del pie. Si los músculos no están equilibrados, pueden ejercer presión sobre los tendones y las articulaciones. Este desequilibrio puede provocar un dedo en martillo o en garra con el tiempo.

Factores que pueden aumentar el riesgo de dedos en martillo y en garra incluyen:

• Sexo. Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar dedos en martillo o en garra que los hombres.
• Ciertas enfermedades. La artritis y la diabetes pueden aumentar el riesgo de tener problemas en los pies. Los genes también pueden desempeñar un papel.

Durante un tiempo, el dedo del pie aún podría ser capaz de enderezarse. Pero con el tiempo, los tendones y las articulaciones de un dedo en martillo o un dedo en maza pueden tensarse. Esto puede hacer que el dedo del pie permanezca doblado. Los zapatos pueden rozar contra la parte superior del dedo del pie doblado. La posición doblada también puede provocar un exceso de presión sobre el hueso de la punta del dedo del pie en lugar de la almohadilla de grasa del dedo del pie. Esto puede causar callos dolorosos.

Los zapatos que calzan bien pueden prevenir muchos problemas en los pies, talones y tobillos. Esto es lo que debe buscar al comprar zapatos:

• Espacio suficiente para los dedos. Evite los zapatos con punta estrecha.
• Tacones bajos. No usar tacones altos ayudará a prevenir problemas en los dedos y la espalda.
• Zapatos ajustables. Los zapatos con cordones o correas son más espaciosos y fáciles de hacer sentir cómodos. Estos consejos adicionales pueden ayudar a comprar los zapatos adecuados:
• Compre al final del día. Los pies se hinchan a medida que avanza el día.
• Compruebe el tamaño. El número de zapatos, especialmente el ancho, puede cambiar con la edad. Mida ambos pies y compre para el pie más grande.

Para diagnosticar un dedo en martillo o un dedo en garra, un proveedor de atención médica inspecciona el pie. Las radiografías pueden ayudar a mostrar los huesos y las articulaciones de los pies y los dedos del pie. Pero no siempre son necesarias.

Para los dedos del pie que aún se pueden extender, el calzado más espacioso y las plantillas, llamadas ortesis, o almohadillas pueden proporcionar alivio. Las plantillas, las almohadillas o la cinta adhesiva pueden mover el dedo del pie y aliviar la presión y el dolor. Además, su proveedor de atención médica puede sugerir ejercicios para estirar y fortalecer los músculos del dedo del pie. Estos pueden incluir el uso de los dedos del pie para recoger canicas o arrugar una toalla. Si estos tratamientos no ayudan, su proveedor de atención médica puede sugerir cirugía. La cirugía puede liberar el tendón que mantiene el dedo del pie encogido. A veces, el cirujano también extrae un fragmento de hueso para enderezar el dedo del pie. Solicite una cita