Indigestión

Los órganos principales de su sistema digestivo son el hígado, el estómago, la vesícula biliar, el colon y el intestino delgado.

Indigestión —también llamada dispepsia o malestar estomacal— es una molestia en la parte superior del abdomen. La indigestión describe ciertos síntomas, como dolor abdominal y una sensación de saciedad poco después de comenzar a comer, en lugar de una enfermedad específica. La indigestión también puede ser un síntoma de otros trastornos digestivos.

Aunque la indigestión es común, cada persona puede experimentarla de una manera ligeramente diferente. Los síntomas de indigestión pueden sentirse ocasionalmente o con la misma frecuencia que a diario.

La indigestión a menudo se puede aliviar con cambios en el estilo de vida y medicamentos.

Si tiene indigestión, puede experimentar: Saciedad temprana durante una comida. No ha comido mucho, pero ya se siente lleno y puede que no pueda terminar de comer. Sensación de llenura incómoda después de una comida. La sensación de llenura dura más de lo que debería. Malestar en la parte superior del abdomen. Siente un dolor leve a intenso en el área entre la parte inferior del esternón y el ombligo. Quemadura en la parte superior del abdomen. Siente una sensación de calor o quemazón incómoda entre la parte inferior del esternón y el ombligo. Hinchazón en la parte superior del abdomen. Siente una sensación incómoda de tensión en la parte superior del abdomen. Náuseas. Siente como si fuera a vomitar. Los síntomas menos frecuentes incluyen vómitos y eructos. A veces, las personas con indigestión también experimentan acidez estomacal. La acidez estomacal es un dolor o una sensación de quemazón en el centro del pecho que puede irradiarse al cuello o la espalda durante o después de comer. La indigestión leve generalmente no es motivo de preocupación. Consulte a su proveedor de atención médica si las molestias duran más de dos semanas. Comuníquese con su proveedor de inmediato si el dolor es intenso o se acompaña de: Pérdida de peso involuntaria o pérdida de apetito. Vómitos repetidos o vómitos con sangre. Heces negras y alquitranadas. Dificultad para tragar que empeora. Fatiga o debilidad, que pueden ser signos de anemia. Busque atención médica inmediata si tiene: Falta de aliento, sudoración o dolor en el pecho que irradia a la mandíbula, el cuello o el brazo. Dolor en el pecho cuando está activo o estresado.

La indigestión leve generalmente no es motivo de preocupación. Consulte a su proveedor de atención médica si las molestias duran más de dos semanas. Comuníquese con su proveedor de inmediato si el dolor es intenso o si se acompaña de:

• Pérdida de peso involuntaria o pérdida de apetito.
• Vómitos repetidos o vómitos con sangre.
• Heces negras y alquitranadas.
• Dificultad para tragar que empeora.
• Fatiga o debilidad, que pueden ser signos de anemia. Busque atención médica inmediata si tiene:
• Falta de aliento, sudoración o dolor en el pecho que irradia a la mandíbula, el cuello o el brazo.
• Dolor en el pecho cuando está activo o estresado.

La indigestión tiene muchas causas posibles. A menudo, la indigestión está relacionada con el estilo de vida y puede ser provocada por alimentos, bebidas o medicamentos. Las causas comunes de la indigestión incluyen:

• Comer en exceso o comer demasiado rápido.
• Alimentos grasos, aceitosos o picantes.
• Demasiada cafeína, alcohol, chocolate o bebidas carbonatadas.
• Fumar.
• Ansiedad.
• Ciertos antibióticos, analgésicos y suplementos de hierro.

Una afección conocida como dispepsia funcional o no ulcerosa, que está relacionada con el síndrome del intestino irritable, es una causa muy común de indigestión.

A veces, la indigestión es causada por otras afecciones, que incluyen:

• Inflamación del estómago, llamada gastritis.
• Úlceras pépticas.
• Enfermedad celíaca.
• Cálculos biliares.
• Estreñimiento.
• Inflamación del páncreas, llamada pancreatitis.
• Cáncer de estómago.
• Obstrucción intestinal.
• Disminución del flujo sanguíneo en el intestino, llamada isquemia intestinal.
• Diabetes.
• Enfermedad tiroidea.
• Embarazo.

Aunque la indigestión normalmente no tiene complicaciones graves, puede afectar su calidad de vida al hacerlo sentir incómodo y causar que coma menos. Podría perderse el trabajo o la escuela debido a sus síntomas.

Es probable que su proveedor de atención médica comience con un historial de salud y un examen físico completo. Esas evaluaciones pueden ser suficientes si su indigestión es leve y no experimenta ciertos síntomas, como pérdida de peso y vómitos repetidos. Pero si su indigestión comenzó repentinamente y experimenta síntomas graves o tiene más de 55 años, su proveedor puede recomendar: Pruebas de laboratorio, para detectar anemia u otros trastornos metabólicos. Pruebas de aliento y heces, para detectar Helicobacter pylori (H. pylori), la bacteria asociada con las úlceras pépticas, que pueden causar indigestión. Endoscopia, para detectar problemas en el tracto digestivo superior, particularmente en personas mayores con síntomas que no desaparecen. Se puede tomar una muestra de tejido, llamada biopsia, para su análisis. Pruebas de imagen (radiografía o tomografía computarizada), para detectar obstrucción intestinal u otro problema. Atención en Mayo Clinic Nuestro atento equipo de expertos de Mayo Clinic puede ayudarlo con sus inquietudes de salud relacionadas con la indigestión. Comience aquí Más información Atención de indigestión en Mayo Clinic Tomografía computarizada Endoscopia superior Radiografía Mostrar más información relacionada

Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a aliviar la indigestión. Su proveedor de atención médica puede recomendarle: Evitar los alimentos que desencadenan indigestión. Comer cinco o seis comidas pequeñas al día en lugar de tres comidas grandes. Reducir o eliminar el consumo de alcohol y cafeína. Evitar ciertos analgésicos, como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) y el naproxeno sódico (Aleve). Buscar alternativas para los medicamentos que desencadenan indigestión. Controlar el estrés y la ansiedad. Si la indigestión no desaparece, los medicamentos pueden ayudar. Los antiácidos de venta libre suelen ser la primera opción. Otras opciones incluyen: Inhibidores de la bomba de protones (IBP), que pueden reducir el ácido estomacal. Los IBP pueden recomendarse especialmente si experimenta acidez estomacal junto con indigestión. Bloqueadores de los receptores H-2, que también pueden reducir el ácido estomacal. Procinéticos, que pueden ser útiles si el estómago se vacía lentamente. Antibióticos, que pueden ayudar si la bacteria H. pylori está causando la indigestión. Antidepresivos o medicamentos contra la ansiedad, que pueden aliviar las molestias de la indigestión al disminuir la sensación de dolor. Más información Atención de la indigestión en Mayo Clinic Acupuntura Terapia cognitivo-conductual Hipnosis Mostrar más información relacionada Solicitar una cita