Rosácea Ocular

La rosácea ocular (roe-ZAY-she-uh) es una inflamación que causa enrojecimiento, ardor y picazón en los ojos. A menudo se desarrolla en personas que tienen rosácea, una afección cutánea crónica que afecta la cara. A veces, la rosácea ocular es el primer signo de que más tarde puede desarrollar el tipo facial.

La rosácea ocular afecta principalmente a adultos entre las edades de 30 y 50 años. Parece desarrollarse en personas que tienden a sonrojarse y enrojecerse fácilmente.

No existe una cura para la rosácea ocular, pero los medicamentos y una buena rutina de cuidado de los ojos pueden ayudar a controlar los signos y síntomas.

Los signos y síntomas de la rosácea ocular pueden preceder a los síntomas cutáneos de la rosácea, desarrollarse al mismo tiempo, desarrollarse más tarde o aparecer por sí solos. Los signos y síntomas de la rosácea ocular pueden incluir: Enrojecimiento, ardor, picazón u ojos llorosos Sequedad ocular Sensación de arenilla o de cuerpo extraño en el ojo o los ojos Visión borrosa Sensibilidad a la luz (fotofobia) Vasos sanguíneos pequeños dilatados en la parte blanca del ojo que son visibles cuando te miras en un espejo Párpados rojos e inflamados Infecciones recurrentes del ojo o del párpado, como conjuntivitis, blefaritis, orzuelos o chalaziones La gravedad de los síntomas de la rosácea ocular no siempre coincide con la gravedad de los síntomas cutáneos. Pide cita con un médico si tienes signos y síntomas de rosácea ocular, como sequedad ocular, ardor o picazón en los ojos, enrojecimiento o visión borrosa. Si te han diagnosticado rosácea cutánea, pregúntale a tu médico si debes someterte a exámenes oculares periódicos para detectar rosácea ocular.

Pida una cita con un médico si tiene signos y síntomas de rosácea ocular, como ojos secos, ardor o picazón en los ojos, enrojecimiento o visión borrosa.

Si le han diagnosticado rosácea en la piel, pregúntele a su médico si debe someterse a exámenes oculares periódicos para detectar rosácea ocular.

Se desconoce la causa exacta de la rosácea ocular, al igual que la de la rosácea cutánea. Puede deberse a uno o más factores, que incluyen:

• Herencia
• Factores ambientales
• Participación bacteriana
• Glándulas bloqueadas en los párpados
• Ácaros de las pestañas

Algunas investigaciones también han mostrado una posible relación entre la rosácea cutánea y la bacteria Helicobacter pylori, que es la misma bacteria que causa infecciones gastrointestinales.

Varios factores que agravan la rosácea cutánea pueden agravar también la rosácea ocular. Algunos de estos factores incluyen:

• Alimentos o bebidas calientes o picantes
• Alcohol
• Luz solar, viento o temperaturas extremas
• Ciertas emociones, como el estrés, la ira o la vergüenza
• Ejercicio extenuante
• Baños calientes o saunas

La rosácea ocular es común en personas con rosácea cutánea, aunque también se puede tener rosácea ocular sin que la piel esté afectada. La rosácea cutánea afecta a más mujeres que hombres, y la rosácea ocular afecta a hombres y mujeres por igual. También es más común en personas de piel clara de origen celta y del norte de Europa.

La rosácea ocular puede afectar la superficie del ojo (córnea), particularmente cuando se tienen ojos secos por evaporación de lágrimas. Las complicaciones corneales pueden provocar síntomas visuales. La inflamación de los párpados (blefaritis) puede causar irritación secundaria de la córnea por pestañas mal dirigidas u otras complicaciones. En última instancia, las complicaciones corneales pueden provocar pérdida de visión.

No se utilizan pruebas o procedimientos específicos para diagnosticar la rosácea ocular. En cambio, es probable que su médico realice un diagnóstico basándose en sus síntomas, su historial médico y un examen de sus ojos y párpados, y de la piel de su rostro.