Alergia A La Penicilina

La alergia a la penicilina es una reacción anormal del sistema inmunitario al antibiótico penicilina. La penicilina se prescribe para tratar diversas infecciones bacterianas.

Los signos y síntomas comunes de la alergia a la penicilina incluyen urticaria, erupción cutánea y picazón. Las reacciones graves incluyen anafilaxia, una afección potencialmente mortal que afecta a múltiples sistemas del cuerpo.

Las investigaciones han demostrado que las alergias a la penicilina pueden estar sobrenotificadas, un problema que puede provocar el uso de tratamientos antibióticos menos apropiados y más costosos. Por lo tanto, se necesita un diagnóstico preciso cuando se sospecha una alergia a la penicilina para garantizar las mejores opciones de tratamiento en el futuro.

Otros antibióticos, particularmente aquellos con propiedades químicas similares a la penicilina, también pueden provocar reacciones alérgicas.

Los signos y síntomas de la alergia a la penicilina suelen aparecer en el plazo de una hora después de tomar el medicamento. Con menos frecuencia, las reacciones pueden producirse horas, días o semanas después.

Los signos y síntomas de la alergia a la penicilina pueden incluir:

• Erupción cutánea
• Ronchas
• Picazón
• Fiebre
• Hinchazón
• Dificultad para respirar
• Sibilancias
• Goteo nasal
• Picazón y lagrimeo en los ojos
• Anafilaxia

Consulte a su médico lo antes posible si experimenta signos o síntomas de alergia a la penicilina. Es importante comprender y discutir qué es una reacción alérgica, qué es un efecto secundario típico y qué puede tolerar al tomar un medicamento.

Llame al 911 o a los servicios médicos de emergencia si experimenta signos de una reacción grave o sospecha de anafilaxia después de tomar penicilina.

La alergia a la penicilina ocurre cuando su sistema inmunitario se vuelve hipersensible al medicamento; reacciona erróneamente al medicamento como si fuera una sustancia dañina, como si se tratara de una infección viral o bacteriana.

Antes de que el sistema inmunitario pueda volverse sensible a la penicilina, debe estar expuesto al medicamento al menos una vez. Si su sistema inmunitario identifica erróneamente la penicilina como una sustancia dañina, desarrolla un anticuerpo contra el medicamento.

La próxima vez que tome el medicamento, estos anticuerpos específicos lo identifican y dirigen los ataques del sistema inmunitario contra la sustancia. Las sustancias químicas liberadas por esta actividad causan los signos y síntomas asociados con una reacción alérgica.

La exposición previa a la penicilina puede no ser obvia. Algunas pruebas sugieren que las cantidades mínimas de penicilina en los alimentos pueden ser suficientes para que el sistema inmunitario de una persona cree un anticuerpo contra ella.

Si bien cualquiera puede tener una reacción alérgica a la penicilina, algunos factores pueden aumentar el riesgo. Estos incluyen:

• Antecedentes de otras alergias, como alergia alimentaria o fiebre del heno
• Reacción alérgica a otro medicamento
• Antecedentes familiares de alergia a medicamentos
• Mayor exposición a la penicilina, debido a dosis altas, uso repetitivo o uso prolongado
• Ciertas enfermedades comúnmente asociadas con reacciones alérgicas a medicamentos, como la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o el virus de Epstein-Barr

Si tiene alergia a la penicilina, la prevención más sencilla es evitar el medicamento. Los pasos que puede tomar para protegerse incluyen los siguientes:

• Informe a los trabajadores de la salud. Asegúrese de que su alergia a la penicilina u otra alergia a los antibióticos esté claramente identificada en sus registros médicos. Informe a otros profesionales de la salud, como su dentista o cualquier especialista médico.
• Use una pulsera. Use una pulsera de alerta médica que identifique su alergia a los medicamentos. Esta información puede garantizar el tratamiento adecuado en caso de emergencia.

Un examen completo y las pruebas de diagnóstico adecuadas son esenciales para un diagnóstico preciso. Un diagnóstico erróneo de alergia a la penicilina puede provocar el uso de antibióticos menos apropiados o más costosos.

Su médico realizará un examen físico, le hará preguntas sobre sus síntomas y solicitará pruebas adicionales. Es posible que lo deriven a un especialista en alergias (alergólogo) para estas pruebas. Estas pueden incluir las siguientes.

Con una prueba cutánea, el alergólogo o la enfermera administran una pequeña cantidad de la penicilina sospechosa en su piel con una aguja pequeña. Una reacción positiva a una prueba causará un bulto rojo, con picazón y elevado.

Un resultado positivo indica una alta probabilidad de alergia a la penicilina. Un resultado negativo de la prueba generalmente significa que no tiene un alto riesgo de alergia a la penicilina. Pero un resultado negativo es más difícil de interpretar porque algunos tipos de reacciones a los medicamentos no se pueden detectar mediante pruebas cutáneas.

Si el diagnóstico de alergia a la penicilina es incierto, se puede recomendar un desafío farmacológico gradual. Con este procedimiento, usted recibe hasta cinco dosis de la penicilina sospechosa, comenzando con una dosis pequeña y aumentando hasta la dosis deseada. Si alcanza la dosis terapéutica sin reacción, su médico concluirá que no es alérgico a ese tipo de penicilina. Podrá tomar el medicamento según lo prescrito.

Si es alérgico a un tipo de penicilina, su médico puede recomendar un desafío gradual con un tipo de penicilina o cefalosporina que sea menos probable, debido a las propiedades químicas conocidas, que cause una reacción alérgica. Esto permitiría a su médico identificar un antibiótico que se pueda usar de forma segura.

Durante un desafío farmacológico, su médico proporciona una supervisión cuidadosa, y hay servicios de atención de apoyo disponibles para tratar una reacción adversa.