Policitemia Vera

La policitemia vera (pol-e-si-THEE-me-a VEER-a) es un tipo de cáncer de sangre. Causa que la médula ósea produzca demasiados glóbulos rojos. Estas células en exceso espesan la sangre, ralentizando su flujo, lo que puede causar problemas graves, como coágulos sanguíneos.

La policitemia vera es rara. Por lo general, se desarrolla lentamente, y es posible que la padezca durante años sin saberlo. A menudo, la afección se detecta durante un análisis de sangre realizado por otra razón.

Sin tratamiento, la policitemia vera puede ser mortal. Pero la atención médica adecuada puede ayudar a aliviar los signos, síntomas y complicaciones de esta enfermedad.

Muchas personas con policitemia vera no presentan signos o síntomas notables. Algunas personas pueden desarrollar síntomas vagos como dolor de cabeza, mareos, fatiga y visión borrosa.

Los síntomas más específicos de la policitemia vera incluyen:

• Picazón, especialmente después de un baño o ducha con agua caliente
• Entumecimiento, hormigueo, ardor o debilidad en las manos, los pies, los brazos o las piernas
• Sensación de saciedad poco después de comer e hinchazón o dolor en la parte superior izquierda del abdomen debido al agrandamiento del bazo
• Sangrado inusual, como hemorragia nasal o sangrado de encías
• Hinchazón dolorosa de una articulación, a menudo el dedo gordo del pie
• Falta de aliento y dificultad para respirar al acostarse

Agende una cita con su médico si tiene signos o síntomas de policitemia vera.

La policitemia vera ocurre cuando una mutación en un gen causa un problema con la producción de células sanguíneas. Normalmente, su cuerpo regula el número de cada uno de los tres tipos de células sanguíneas que tiene: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Pero en la policitemia vera, su médula ósea produce demasiadas de algunas de estas células sanguíneas.

Se desconoce la causa de la mutación genética en la policitemia vera, pero generalmente no se hereda de los padres.

La policitemia vera puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en adultos entre 50 y 75 años. Los hombres tienen más probabilidades de padecer policitemia vera, pero las mujeres tienden a desarrollar la enfermedad a edades más tempranas.

Posibles complicaciones de la policitemia vera incluyen:

• Coágulos sanguíneos. El aumento del grosor de la sangre y la disminución del flujo sanguíneo, así como las anomalías en las plaquetas, aumentan el riesgo de coágulos sanguíneos. Los coágulos sanguíneos pueden causar un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco o un bloqueo en una arteria de los pulmones o una vena profunda en un músculo de la pierna o en el abdomen.
• Bazo agrandado. El bazo ayuda a su cuerpo a combatir las infecciones y a filtrar material no deseado, como las células sanguíneas viejas o dañadas. El aumento del número de células sanguíneas causado por la policitemia vera hace que el bazo trabaje más de lo normal, lo que provoca que se agrande.
• Problemas debido a los altos niveles de glóbulos rojos. Demasiados glóbulos rojos pueden provocar una serie de otras complicaciones, incluidas llagas abiertas en el revestimiento interno del estómago, la parte superior del intestino delgado o el esófago (úlceras pépticas) e inflamación en las articulaciones (gota).
• Otros trastornos sanguíneos. En raras ocasiones, la policitemia vera puede provocar otras enfermedades sanguíneas, como un trastorno progresivo en el que la médula ósea se reemplaza por tejido cicatricial, una afección en la que las células madre no maduran ni funcionan correctamente, o cáncer de la sangre y la médula ósea (leucemia aguda).

Su médico le tomará una historia clínica detallada y le realizará un examen físico.

Si tiene policitemia vera, los análisis de sangre podrían revelar:

Si su médico sospecha que tiene policitemia vera, podría recomendarle que se le extraiga una muestra de médula ósea mediante una aspiración o biopsia de médula ósea.

Una biopsia de médula ósea consiste en tomar una muestra de material sólido de la médula ósea. Por lo general, se realiza una aspiración de médula ósea al mismo tiempo. Durante una aspiración, su médico extrae una muestra de la parte líquida de su médula.

En una aspiración de médula ósea, un profesional de la salud utiliza una aguja fina para extraer una pequeña cantidad de médula ósea líquida, generalmente de un punto en la parte posterior del hueso de la cadera (pelvis). A menudo, se realiza una biopsia de médula ósea al mismo tiempo. Este segundo procedimiento extrae un pequeño trozo de tejido óseo y la médula ósea encerrada.

Si tiene policitemia vera, el análisis de su médula ósea o sangre podría mostrar la mutación genética asociada con la enfermedad.

• Más glóbulos rojos de lo normal y, a veces, un aumento de plaquetas o glóbulos blancos
• Un mayor porcentaje de glóbulos rojos que constituyen el volumen sanguíneo total (medición del hematocrito)
• Niveles elevados de la proteína rica en hierro en los glóbulos rojos que transporta oxígeno (hemoglobina)

No existe cura para la policitemia vera. El tratamiento se centra en reducir el riesgo de complicaciones. Estos tratamientos también pueden aliviar los síntomas.

El tratamiento más común para la policitemia vera consiste en extracciones frecuentes de sangre, utilizando una aguja en una vena (flebotomía). Es el mismo procedimiento que se utiliza para donar sangre.

Esto disminuye el volumen sanguíneo y reduce el número de células sanguíneas en exceso. La frecuencia con la que necesite extracciones de sangre dependerá de la gravedad de su afección.

Si tiene picazón molesta, su médico puede recetar medicamentos, como antihistamínicos, o recomendar tratamiento con luz ultravioleta para aliviar sus molestias.

Los medicamentos que normalmente se usan para tratar la depresión, llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), ayudaron a aliviar la picazón en los ensayos clínicos. Algunos ejemplos de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) incluyen paroxetina (Brisdelle, Paxil, Pexeva, otros) o fluoxetina (Prozac, Sarafem, Selfemra, otros).

Si la flebotomía por sí sola no ayuda lo suficiente, su médico puede sugerir medicamentos que pueden reducir el número de glóbulos rojos en el torrente sanguíneo. Algunos ejemplos incluyen:

Su médico probablemente también le recetará medicamentos para controlar los factores de riesgo de enfermedades cardíacas y vasculares, como la presión arterial alta, la diabetes y el colesterol anormal.

Su médico puede recomendarle que tome una dosis baja de aspirina para reducir el riesgo de coágulos sanguíneos. La aspirina en dosis bajas también puede ayudar a reducir el dolor ardiente en los pies o las manos.

• Hidroxiurea (Droxia, Hydrea)
• Interferón alfa-2b (Intron A)
• Ruxolitinib (Jakafi)
• Busulfán (Busulfex, Myleran)

Puedes tomar medidas para ayudarte a sentirte mejor si te han diagnosticado policitemia vera. Intenta:

Cuida tu piel. Para reducir la picazón, báñate con agua fría, usa un limpiador suave y seca tu piel con palmaditas. Agregar almidón, como maicena, a tu baño podría ayudar. Evita los jacuzzis, los hidromasajes con calefacción y las duchas o baños calientes.

Trata de no rascarte, ya que puede dañar tu piel y aumentar el riesgo de infección. Usa loción para mantener tu piel hidratada.

• Ejercicio. El ejercicio moderado, como caminar, puede mejorar el flujo sanguíneo. Esto ayuda a disminuir el riesgo de coágulos sanguíneos. Los estiramientos y ejercicios de piernas y tobillos también pueden mejorar la circulación sanguínea.
• Evita el tabaco. El consumo de tabaco puede hacer que los vasos sanguíneos se estrechen, lo que aumenta el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular debido a coágulos sanguíneos.
• Evita ambientes con poco oxígeno. Vivir a grandes altitudes, esquiar o escalar montañas reduce aún más los niveles de oxígeno en la sangre.
• Cuida tu piel. Para reducir la picazón, báñate con agua fría, usa un limpiador suave y seca tu piel con palmaditas. Agregar almidón, como maicena, a tu baño podría ayudar. Evita los jacuzzis, los hidromasajes con calefacción y las duchas o baños calientes.

Trata de no rascarte, ya que puede dañar tu piel y aumentar el riesgo de infección. Usa loción para mantener tu piel hidratada.

• Evita temperaturas extremas. La mala circulación sanguínea aumenta el riesgo de lesiones por temperaturas altas y bajas. En climas fríos, siempre usa ropa abrigada, especialmente en las manos y los pies. En climas cálidos, protégete del sol y bebe muchos líquidos.
• Observa las llagas. La mala circulación puede dificultar la cicatrización de las llagas, especialmente en las manos y los pies. Inspecciona tus pies regularmente y habla con tu médico sobre cualquier llaga.