Prolapso Rectal

El prolapso rectal ocurre cuando el recto se estira y se sale del ano.

El prolapso rectal sucede cuando parte de la sección más baja del intestino grueso, el recto, se desliza fuera de la abertura muscular al final del tracto digestivo conocida como ano. Si bien el prolapso rectal puede causar dolor, rara vez es una emergencia médica.

A veces, el prolapso rectal se trata con ablandadores de heces, supositorios y otros medicamentos. Pero generalmente se necesita cirugía para tratar el prolapso rectal.

Si tiene prolapso rectal, puede notar un bulto rojizo que sale del ano, a menudo al pujar durante la defecación. El bulto puede volver a entrar en el ano o puede seguir viéndose.

Otros síntomas pueden incluir:

• No puede controlar sus evacuaciones intestinales, lo que se conoce como incontinencia fecal.
• Estreñimiento o heces blandas.
• Sangrado o secreción de moco por el recto.
• Sensación de que el recto no está vacío después de una evacuación intestinal.

La causa del prolapso rectal no está clara. Aunque se cree comúnmente que el prolapso rectal está relacionado con el parto, aproximadamente un tercio de las mujeres con este problema de salud nunca han tenido hijos.

Algunos factores pueden aumentar el riesgo de sufrir un prolapso rectal, incluyendo:

• Sexo. La mayoría de las personas con prolapso rectal son mujeres.
• Edad. El prolapso rectal suele ocurrir con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años.
• Estreñimiento. El esfuerzo puede aumentar el riesgo de prolapso rectal.

A veces puede ser difícil distinguir entre el prolapso rectal y las hemorroides. Para detectar el prolapso rectal y descartar otros problemas de salud relacionados, su proveedor de atención médica puede sugerir:

• Examen rectal digital. Su proveedor de atención médica introduce un dedo enguantado y lubricado en su recto para comprobar la fuerza de los músculos del esfínter y detectar cualquier problema en el área rectal. Durante el examen, su proveedor de atención médica puede pedirle que puje para comprobar si hay prolapso rectal.
• Manometría anal. Se introduce un tubo delgado y flexible en el ano y el recto. Se puede inflar un pequeño globo en la punta del tubo. Esta prueba ayuda a medir la tensión del esfínter anal y el funcionamiento del recto.
• Colonoscopia. Para descartar otras afecciones, como hemorroides, pólipos o cáncer de colon, es posible que le realicen una colonoscopia, en la que se introduce un tubo flexible en el recto para examinar todo el colon.
• Defecografía. Esta prueba añade el uso de un tinte a un estudio de imagen, como una radiografía o una resonancia magnética (RM). La defecografía puede ayudar a mostrar los cambios estructurales en y alrededor de su tracto digestivo inferior y a averiguar cómo funcionan los músculos rectales.