Raquitismo

El raquitismo es el reblandecimiento y debilitamiento de los huesos en los niños, generalmente debido a una deficiencia extrema y prolongada de vitamina D. Los problemas hereditarios raros también pueden causar raquitismo.

La vitamina D ayuda al cuerpo de su hijo a absorber calcio y fósforo de los alimentos. La falta de vitamina D dificulta el mantenimiento de los niveles adecuados de calcio y fósforo en los huesos, lo que puede causar raquitismo.

Añadir vitamina D o calcio a la dieta generalmente corrige los problemas óseos asociados con el raquitismo. Cuando el raquitismo se debe a otro problema médico subyacente, su hijo puede necesitar medicamentos adicionales u otro tratamiento. Algunas deformidades esqueléticas causadas por el raquitismo pueden requerir cirugía correctiva.

Los trastornos hereditarios raros relacionados con niveles bajos de fósforo, el otro componente mineral del hueso, pueden requerir otros medicamentos.

Los signos y síntomas del raquitismo pueden incluir:

• Retraso en el crecimiento
• Retraso en las habilidades motoras
• Dolor en la columna vertebral, la pelvis y las piernas
• Debilidad muscular

Debido a que el raquitismo ablanda las áreas de tejido en crecimiento en los extremos de los huesos de un niño (placas de crecimiento), puede causar deformidades esqueléticas como:

• Piernas arqueadas o rodillas en valgo
• Engrosamiento de muñecas y tobillos
• Proyección del esternón

El cuerpo de su hijo necesita vitamina D para absorber calcio y fósforo de los alimentos. El raquitismo puede ocurrir si el cuerpo de su hijo no recibe suficiente vitamina D o si su cuerpo tiene problemas para usar la vitamina D correctamente. En ocasiones, la falta de calcio o la falta de calcio y vitamina D puede causar raquitismo.

Factores que pueden aumentar el riesgo de raquitismo en un niño incluyen:

• Piel oscura. La piel oscura tiene más melanina, un pigmento que disminuye la capacidad de la piel para producir vitamina D a partir de la luz solar.
• Deficiencia de vitamina D en la madre durante el embarazo. Un bebé nacido de una madre con deficiencia grave de vitamina D puede nacer con signos de raquitismo o desarrollarlos en los pocos meses posteriores al nacimiento.
• Latitudes septentrionales. Los niños que viven en lugares geográficos donde hay menos sol tienen un mayor riesgo de padecer raquitismo.
• Nacimiento prematuro. Los bebés nacidos antes de la fecha de parto suelen tener niveles más bajos de vitamina D porque tuvieron menos tiempo para recibir la vitamina de sus madres en el útero.
• Medicamentos. Ciertos tipos de medicamentos anticonvulsivos y antirretrovirales, utilizados para tratar infecciones por VIH, parecen interferir con la capacidad del cuerpo para utilizar la vitamina D.
• Lactancia materna exclusiva. La leche materna no contiene suficiente vitamina D para prevenir el raquitismo. Los bebés que son amamantados exclusivamente deben recibir gotas de vitamina D.

Sin tratamiento, el raquitismo puede provocar:

• Falta de crecimiento
• Una columna vertebral anormalmente curvada
• Deformidades óseas
• Defectos dentales
• Convulsiones

La exposición a la luz solar proporciona la mejor fuente de vitamina D. Durante la mayoría de las estaciones, 10 a 15 minutos de exposición al sol cerca del mediodía son suficientes. Sin embargo, si tiene la piel oscura, si es invierno o si vive en latitudes septentrionales, es posible que no pueda obtener suficiente vitamina D de la exposición al sol. Además, debido a las preocupaciones sobre el cáncer de piel, se advierte especialmente a los bebés y niños pequeños que eviten la exposición directa al sol o que siempre usen protector solar y ropa protectora. Para prevenir el raquitismo, asegúrese de que su hijo consuma alimentos que contengan vitamina D de forma natural —pescados grasos como el salmón y el atún, aceite de pescado y yemas de huevo— o que hayan sido fortificados con vitamina D, como:

• Fórmula infantil
• Cereal
• Pan
• Leche, pero no alimentos hechos con leche, como algunos yogures y quesos
• Zumo de naranja Revise las etiquetas para determinar el contenido de vitamina D de los alimentos fortificados. Si está embarazada, pregúntele a su médico sobre tomar suplementos de vitamina D. Las pautas recomiendan que todos los bebés reciban 400 UI al día de vitamina D. Debido a que la leche materna contiene solo una pequeña cantidad de vitamina D, los bebés que son exclusivamente amamantados deben recibir vitamina D suplementaria diariamente. Algunos bebés alimentados con biberón también pueden necesitar suplementos de vitamina D si no están recibiendo suficiente de su fórmula.

Durante el examen, el médico presionará suavemente los huesos de su hijo para detectar anomalías. Él o ella prestará especial atención a:

Las radiografías de los huesos afectados pueden revelar deformidades óseas. Los análisis de sangre y orina pueden confirmar un diagnóstico de raquitismo y también controlar el progreso del tratamiento.

• Cráneo. Los bebés que tienen raquitismo a menudo tienen huesos del cráneo más blandos y pueden tener un retraso en el cierre de las fontanelas (mollera).
• Piernas. Si bien incluso los niños pequeños sanos son un poco con piernas arqueadas, una arqueadura exagerada de las piernas es común en el raquitismo.
• Tórax. Algunos niños con raquitismo desarrollan anomalías en sus jaulas torácicas, que pueden aplanarse y provocar que sus esternones sobresalgan.
• Muñecas y tobillos. Los niños que tienen raquitismo a menudo tienen muñecas y tobillos más grandes o gruesos de lo normal.

La mayoría de los casos de raquitismo se pueden tratar con suplementos de vitamina D y calcio. Siga las instrucciones del médico de su hijo sobre la dosificación. Demasiada vitamina D puede ser perjudicial.

El médico de su hijo controlará el progreso de su hijo con radiografías y análisis de sangre.

Si su hijo tiene un trastorno hereditario poco frecuente que causa cantidades bajas de fósforo, se pueden recetar suplementos y medicamentos.

Para algunos casos de deformidades en las piernas arqueadas o deformidades espinales, su médico podría sugerir un aparato ortopédico especial para colocar el cuerpo de su hijo de manera adecuada a medida que los huesos crecen. Las deformidades esqueléticas más graves podrían requerir cirugía.