Deficiencia Selectiva De Iga

La deficiencia selectiva de IgA es la falta de un anticuerpo que combate enfermedades en el sistema inmunitario llamado inmunoglobulina A (IgA). Las personas con esta afección suelen tener niveles típicos de otras inmunoglobulinas (im-u-no-GLOB-u-lin-as).

Una inmunoglobulina es un anticuerpo producido por las células del sistema inmunitario para combatir bacterias, parásitos y otros agentes que causan enfermedades. Los anticuerpos IgA circulan en la sangre y se encuentran en las lágrimas, la saliva, la leche materna y los líquidos liberados del revestimiento de las vías respiratorias, los pulmones y el sistema digestivo.

La mayoría de las personas con deficiencia selectiva de IgA no presentan síntomas. Pero algunas personas que tienen deficiencia selectiva de IgA tienen enfermedades frecuentes de las vías respiratorias, los pulmones y el sistema digestivo.

La deficiencia selectiva de IgA puede aumentar el riesgo de otras afecciones relacionadas con el sistema inmunitario, como alergias, asma, artritis reumatoide, enfermedades inflamatorias intestinales y otras.

No existe un tratamiento específico para la deficiencia selectiva de IgA. Los tratamientos se centran en abordar las afecciones frecuentes, repetidas o duraderas que se desarrollan con este trastorno del sistema inmunitario.

La mayoría de las personas con deficiencia selectiva de IgA no presentan síntomas. Algunas personas tienen enfermedades con más frecuencia de lo habitual. También pueden tener una enfermedad en particular que reaparece a menudo. Tener enfermedades frecuentes no significa necesariamente que una persona tenga deficiencia selectiva de IgA.

Las personas con deficiencia selectiva de IgA pueden tener episodios frecuentes o repetidos de lo siguiente:

• Infecciones de oído, particularmente en niños pequeños.
• Resfriados.
• Infecciones sinusales.
• Enfermedades pulmonares, como bronquitis o neumonía.
• Giardiasis, una enfermedad parasitaria del sistema digestivo que causa diarrea.

Los niños con enfermedades frecuentes pueden no comer bien o no aumentar de peso de manera típica para su edad.

La deficiencia selectiva de IgA ocurre cuando las células del sistema inmunitario no producen ninguna o muy pocas anticuerpos IgA. Se desconoce la razón exacta por la que las células no producen estos anticuerpos.

Algunos medicamentos utilizados para tratar las convulsiones, la epilepsia o la artritis reumatoide pueden causar deficiencia selectiva de IgA en algunas personas. La deficiencia puede continuar después de suspender el medicamento.

Un historial familiar de deficiencia selectiva de IgA aumenta el riesgo de la afección. Ciertas variaciones de genes parecen estar relacionadas con la deficiencia selectiva de IgA, pero no se conoce ningún gen que cause directamente la afección.

Las personas con deficiencia selectiva de IgA tienen un mayor riesgo de otras afecciones a largo plazo. Estas incluyen:

• Alergias y asma.
• Artritis reumatoide.
• Enfermedad celíaca.
• Enfermedad inflamatoria intestinal.
• Inmunodeficiencia variable común, que es la falta de dos o más tipos de inmunoglobulinas.

Las personas con deficiencia selectiva de IgA tienen riesgo de reacciones a las transfusiones de sangre o productos sanguíneos. Debido a que el cuerpo de una persona no produce IgA, el sistema inmunitario puede considerarla una sustancia extraña en una transfusión de sangre u otro tratamiento con productos sanguíneos.

Una reacción puede causar fiebre alta, escalofríos, sudoración y otros síntomas. En raras ocasiones, las personas con deficiencia selectiva de IgA tienen una reacción alérgica que pone en peligro la vida, llamada anafilaxia (an-uh-fuh-LAK-sis).

Los profesionales de la salud recomiendan usar una pulsera médica. Una pulsera puede mostrar que usted tiene deficiencia selectiva de IgA y debe recibir sangre o productos sanguíneos modificados.

Un diagnóstico de deficiencia selectiva de IgA se basa en un análisis de sangre que mide los niveles de inmunoglobulinas en la sangre. La deficiencia de IgA puede ser completa o parcial.

Es posible que su profesional de la salud le pida un análisis de sangre de inmunoglobulinas porque ha tenido enfermedades frecuentes o repetidas. La prueba también puede ser parte de una serie de pruebas de laboratorio para diagnosticar o descartar otras afecciones.