Degeneración Macular Húmeda

A medida que la degeneración macular avanza, la visión clara y típica (izquierda) se vuelve borrosa. Con la degeneración macular avanzada, normalmente se forma un punto ciego en el centro del campo visual (derecha).

La degeneración macular húmeda es una afección ocular que causa visión borrosa o reducción de la visión central. Es un tipo de degeneración macular asociada a la edad en la que los vasos sanguíneos filtran líquido o sangre en una parte de la retina conocida como mácula. La mácula es responsable de la visión central.

La degeneración macular húmeda es uno de los dos tipos de degeneración macular asociada a la edad. El otro tipo, la degeneración macular seca, es más común y menos grave. El tipo húmedo siempre comienza como el tipo seco.

La detección y el tratamiento precoces de la degeneración macular húmeda pueden ayudar a reducir la pérdida de visión. En algunos casos, el tratamiento precoz puede recuperar la visión.

Los síntomas de la degeneración macular húmeda suelen aparecer repentinamente y empeorar rápidamente. Pueden incluir:

Distorsiones visuales, como líneas rectas que parecen estar dobladas. Reducción de la visión central en uno o ambos ojos. Necesidad de luz más brillante al leer o realizar trabajos de cerca. Dificultad para adaptarse a niveles de luz bajos, como al entrar en un restaurante u otro lugar con poca luz. Aumento de la borrosidad de las palabras impresas. Dificultad para reconocer rostros. Una mancha borrosa o punto ciego bien definido en el campo visual. La degeneración macular no afecta la visión lateral, por lo que no causa ceguera total. Consulte a su profesional de la vista si: Observa cambios en su visión central. Pierde la capacidad de ver detalles finos. Estos cambios pueden ser el primer signo de degeneración macular, particularmente si tiene más de 60 años.

Consulte a su profesional del cuidado de la vista si:

• Nota cambios en su visión central.
• Pierde la capacidad de ver detalles finos.

Estos cambios pueden ser el primer signo de degeneración macular, particularmente si tiene más de 60 años.

La mácula se encuentra en la parte posterior del ojo, en el centro de la retina. Una mácula sana permite una visión central clara. La mácula está compuesta por células sensibles a la luz densamente empaquetadas llamadas conos y bastones. Los conos le dan al ojo la visión del color, y los bastones permiten que el ojo vea sombras de gris.

Nadie conoce la causa exacta de la degeneración macular húmeda, pero se desarrolla en personas que tienen degeneración macular seca. De todas las personas con degeneración macular asociada a la edad, aproximadamente el 20% tiene la forma húmeda.

La degeneración macular húmeda puede desarrollarse de diferentes maneras:

• Pérdida de visión causada por el crecimiento irregular de vasos sanguíneos. A veces, crecen nuevos vasos sanguíneos desde la coroides por debajo y hacia la mácula. Este crecimiento no es típico, y cuando ocurre se conoce como neovascularización coroidea. La coroides es la capa de vasos sanguíneos entre la retina y la capa externa firme del ojo, llamada esclerótica. Estos vasos sanguíneos pueden filtrar líquido o sangre, afectando la función de la retina y provocando pérdida de visión.
• Pérdida de visión causada por la acumulación de líquido en la parte posterior del ojo. Cuando el líquido se filtra de la coroides, puede acumularse entre la fina capa de células llamada epitelio pigmentario de la retina y la retina o dentro de las capas de la retina. Esto puede causar irregularidades en las capas de la mácula, lo que resulta en pérdida de visión o distorsión.

Factores que pueden aumentar el riesgo de degeneración macular incluyen:

• Edad. Esta enfermedad es más común en personas mayores de 50 años.
• Historial familiar y genética. Esta enfermedad tiene un componente hereditario, lo que significa que puede ser hereditaria. Los investigadores han identificado varios genes relacionados con la afección.
• Raza. La degeneración macular es más común en personas blancas.
• Tabaquismo. Fumar cigarrillos o estar expuesto al humo del tabaco con regularidad aumenta considerablemente el riesgo de degeneración macular.
• Obesidad. Las investigaciones sugieren que la obesidad puede aumentar la probabilidad de que la degeneración macular temprana o intermedia progrese a una forma más grave de la enfermedad.
• Enfermedad cardiovascular. Si padece enfermedades que afectan al corazón y los vasos sanguíneos, puede tener un mayor riesgo de degeneración macular.

Las personas cuya degeneración macular húmeda ha progresado hasta la pérdida de la visión central tienen un mayor riesgo de depresión y aislamiento social. Con una pérdida profunda de la visión, las personas pueden experimentar alucinaciones visuales. Esta afección se conoce como síndrome de Charles Bonnet.

Es importante hacerse exámenes oculares de rutina para identificar los signos tempranos de degeneración macular. Las siguientes medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar degeneración macular húmeda:

• No fume. Las personas que fuman tienen más probabilidades de desarrollar degeneración macular que las personas que no fuman. Pida ayuda a un profesional de la salud para dejar de fumar.
• Mantenga un peso saludable y haga ejercicio regularmente. Si necesita bajar de peso, reduzca la cantidad de calorías que consume y aumente la cantidad de ejercicio que realiza cada día.
• Elija una dieta rica en frutas y verduras. Estos alimentos contienen vitaminas antioxidantes que reducen el riesgo de desarrollar degeneración macular.
• Incluya pescado en su dieta. Los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en el pescado, pueden reducir el riesgo de degeneración macular. Los frutos secos como las nueces también contienen ácidos grasos omega-3.

Drusen Ampliar imagen Cerrar Drusen Drusen La aparición de depósitos amarillentos, llamados drusen, en las fotografías a color de la retina indica el desarrollo de una degeneración macular seca en etapa temprana (izquierda). A medida que la afección progresa a la etapa avanzada (derecha), el ojo puede perder las células sensibles a la luz que constituyen la mácula. Esto se conoce como atrofia. Rejilla de Amsler Ampliar imagen Cerrar Rejilla de Amsler Rejilla de Amsler Al observar una rejilla de Amsler en una etapa avanzada de degeneración macular, es posible que vea líneas de la rejilla distorsionadas o una mancha en blanco cerca del centro de la rejilla (derecha). Para diagnosticar la degeneración macular húmeda, un oftalmólogo generalmente revisa el historial médico y familiar y realiza un examen ocular completo. Para confirmar un diagnóstico de degeneración macular, un oftalmólogo puede sugerir otras pruebas, que incluyen: Examen del fondo del ojo. Un oftalmólogo coloca gotas en los ojos para dilatarlos y utiliza una herramienta especial para examinar el fondo del ojo. El oftalmólogo busca una apariencia moteada causada por depósitos amarillentos que se forman debajo de la retina, llamados drusen. Las personas con degeneración macular a menudo tienen muchos drusen. Una prueba para detectar cambios en el centro del campo visual. Se puede usar una rejilla de Amsler para detectar cambios en el centro del campo visual. En la degeneración macular, algunas de las líneas rectas de la rejilla pueden parecer descoloridas, rotas o distorsionadas. Angiografía con fluoresceína. Durante esta prueba, un oftalmólogo inyecta un tinte en una vena del brazo. El tinte viaja y resalta los vasos sanguíneos del ojo. Una cámara especial toma fotografías a medida que el tinte viaja a través de los vasos sanguíneos. Las imágenes pueden mostrar vasos sanguíneos con fugas o cambios en la retina. Angiografía con verde de indocianina. Al igual que la angiografía con fluoresceína, esta prueba utiliza un tinte inyectado. Se puede utilizar para confirmar los hallazgos de una angiografía con fluoresceína o para identificar vasos sanguíneos problemáticos más profundos en la retina. Tomografía de coherencia óptica. Esta prueba de imagen no invasiva muestra secciones transversales detalladas de la retina. Identifica áreas de adelgazamiento, engrosamiento o hinchazón. Esta prueba también se utiliza para ayudar a controlar cómo responde la retina a los tratamientos de la degeneración macular. Angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCT). Esta prueba de imagen no invasiva muestra secciones transversales detalladas de la retina. Identifica áreas de adelgazamiento, engrosamiento o hinchazón. Estas pueden ser causadas por la acumulación de líquido de los vasos sanguíneos con fugas dentro y debajo de la retina. Atención en Mayo Clinic Nuestro atento equipo de expertos de Mayo Clinic puede ayudarlo con sus problemas de salud relacionados con la degeneración macular, húmeda Comience aquí

Existen tratamientos que pueden ayudar a retardar la progresión de la enfermedad y preservar la visión existente. Si se inicia lo suficientemente temprano, el tratamiento puede recuperar parte de la visión perdida.

Algunos medicamentos, llamados fármacos anti-VEGF, pueden ayudar a detener el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Estos medicamentos bloquean los efectos de las señales de crecimiento que el cuerpo envía para generar nuevos vasos sanguíneos. Se consideran la primera línea de tratamiento para todas las etapas de la degeneración macular húmeda.

Los medicamentos utilizados para tratar la degeneración macular húmeda incluyen:

• Bevacizumab (Avastin).
• Ranibizumab (Lucentis).
• Aflibercept (Eylea).
• Brolucizumab (Beovu).
• Faricimab-svoa (Vabysmo).

Un oftalmólogo inyecta estos medicamentos en el ojo afectado. Es posible que se necesiten inyecciones cada 4 a 6 semanas para mantener el efecto beneficioso del medicamento. En algunos casos, la visión puede recuperarse parcialmente a medida que los vasos sanguíneos se contraen y el cuerpo absorbe el líquido debajo de la retina.

Los posibles riesgos de estas inyecciones incluyen:

• Hemorragia conjuntival.

• Infección.

• Desprendimiento de retina.

• Inflamación ocular.

• Terapia fotodinámica. Este procedimiento es un posible tratamiento para el crecimiento irregular de vasos sanguíneos en la degeneración macular húmeda. Sin embargo, es mucho menos común que el tratamiento con inyecciones anti-VEGF.

  Durante la terapia fotodinámica, un oftalmólogo inyecta un medicamento llamado verteporfina (Visudyne) en una vena del brazo. El medicamento luego viaja a los vasos sanguíneos del ojo. Un oftalmólogo ilumina los vasos sanguíneos afectados del ojo con una luz enfocada de un láser especial. Esto activa la verteporfina, haciendo que los vasos sanguíneos se cierren. Esto detiene la fuga.

  La terapia fotodinámica puede mejorar la visión y reducir la tasa de pérdida de visión. Es posible que se necesiten tratamientos repetidos con el tiempo, ya que los vasos sanguíneos tratados pueden volver a abrirse.

  Después de la terapia fotodinámica, puede ser necesario evitar la luz solar directa y las luces brillantes hasta que el medicamento haya desaparecido del cuerpo. Esto puede tardar unos días.

• Fotocoagulación. Durante la terapia de fotocoagulación, un oftalmólogo utiliza un rayo láser de alta energía para sellar los vasos sanguíneos problemáticos debajo de la mácula. Este procedimiento ayuda a detener el sangrado de los vasos, con el objetivo de minimizar el daño adicional a la mácula. Incluso con este tratamiento, los vasos sanguíneos pueden volver a crecer, lo que requiere tratamiento adicional. El láser también puede causar cicatrices que crean un punto ciego.

  Pocas personas que tienen degeneración macular húmeda reciben este tratamiento. Generalmente no es una opción si tiene vasos sanguíneos problemáticos directamente debajo del centro de la mácula. Además, cuanto más dañada esté la mácula, menor será la probabilidad de éxito.

• Rehabilitación de baja visión. La degeneración macular asociada a la edad no afecta la visión lateral y normalmente no causa ceguera total. Pero puede reducir o eliminar la visión central. Se necesita visión central para leer, conducir y reconocer los rostros de las personas. Puede ser útil recibir atención de un especialista en rehabilitación de baja visión, un terapeuta ocupacional, un oftalmólogo y otros profesionales capacitados en rehabilitación de baja visión. Pueden ayudar a encontrar formas de adaptarse a los cambios en la visión.

Terapia fotodinámica. Este procedimiento es un posible tratamiento para el crecimiento irregular de vasos sanguíneos en la degeneración macular húmeda. Sin embargo, es mucho menos común que el tratamiento con inyecciones anti-VEGF.

Durante la terapia fotodinámica, un oftalmólogo inyecta un medicamento llamado verteporfina (Visudyne) en una vena del brazo. El medicamento luego viaja a los vasos sanguíneos del ojo. Un oftalmólogo ilumina los vasos sanguíneos afectados del ojo con una luz enfocada de un láser especial. Esto activa la verteporfina, haciendo que los vasos sanguíneos se cierren. Esto detiene la fuga.

La terapia fotodinámica puede mejorar la visión y reducir la tasa de pérdida de visión. Es posible que se necesiten tratamientos repetidos con el tiempo, ya que los vasos sanguíneos tratados pueden volver a abrirse.

Después de la terapia fotodinámica, puede ser necesario evitar la luz solar directa y las luces brillantes hasta que el medicamento haya desaparecido del cuerpo. Esto puede tardar unos días.

Fotocoagulación. Durante la terapia de fotocoagulación, un oftalmólogo utiliza un rayo láser de alta energía para sellar los vasos sanguíneos problemáticos debajo de la mácula. Este procedimiento ayuda a detener el sangrado de los vasos, con el objetivo de minimizar el daño adicional a la mácula. Incluso con este tratamiento, los vasos sanguíneos pueden volver a crecer, lo que requiere tratamiento adicional. El láser también puede causar cicatrices que crean un punto ciego.

Pocas personas que tienen degeneración macular húmeda reciben este tratamiento. Generalmente no es una opción si tiene vasos sanguíneos problemáticos directamente debajo del centro de la mácula. Además, cuanto más dañada esté la mácula, menor será la probabilidad de éxito.

La pérdida de visión por degeneración macular puede afectar la capacidad para hacer cosas como leer, reconocer rostros y conducir. Estos consejos pueden ayudar a sobrellevar los cambios en la visión: Revise su receta de anteojos. Si usa lentes de contacto o anteojos, asegúrese de que su receta esté actualizada. Si los anteojos nuevos no ayudan, solicite una derivación a un especialista en baja visión. Use lupas. Una variedad de dispositivos de aumento puede ayudarlo con la lectura y otros trabajos de cerca, como coser. Tales dispositivos incluyen lentes de aumento de mano o lentes de aumento que se usan como anteojos. También puede usar un sistema de televisión de circuito cerrado que utiliza una cámara de video para ampliar el material de lectura y proyectarlo en una pantalla de video. Cambie la pantalla de su computadora y agregue sistemas de audio. Ajuste el tamaño de la fuente en la configuración de su computadora. Y ajuste su monitor para mostrar más contraste. También puede agregar sistemas de salida de voz u otras tecnologías a su computadora. Use ayudas electrónicas para la lectura e interfaces de voz. Pruebe libros de letra grande, tabletas y audiolibros. Algunas aplicaciones para tabletas y teléfonos inteligentes están diseñadas para ayudar a las personas con baja visión. Y muchos de estos dispositivos ahora vienen con funciones de reconocimiento de voz. Seleccione electrodomésticos especiales hechos para baja visión. Algunos relojes, radios, teléfonos y otros electrodomésticos tienen números extra grandes. Puede resultarle más fácil ver un televisor con una pantalla de alta definición más grande, o puede querer sentarse más cerca de la pantalla. Use luces más brillantes en su casa. Una mejor iluminación ayuda con la lectura y otras actividades diarias, y puede reducir el riesgo de caídas. Considere sus opciones de transporte. Si conduce, consulte con su médico para ver si es seguro continuar haciéndolo. Tenga mucho cuidado en ciertas situaciones, como conducir de noche, en tráfico pesado o con mal tiempo. Use el transporte público o pídale ayuda a un amigo o familiar, especialmente para conducir de noche. O use servicios locales de furgonetas o transporte, redes de conducción voluntaria o viajes compartidos. Obtenga apoyo. Tener degeneración macular puede ser difícil, y es posible que deba hacer cambios en su vida. Puede experimentar muchas emociones a medida que se adapta. Considere hablar con un consejero o unirse a un grupo de apoyo. Pase tiempo con familiares y amigos que lo apoyen.