Inyecciones de Botox

Las inyecciones de Botox son inyecciones que usan una toxina para evitar que un músculo se mueva durante un tiempo limitado. Estas inyecciones se usan a menudo para suavizar las arrugas de la cara. También se usan para tratar espasmos del cuello, sudoración excesiva, vejiga hiperactiva, ojo vago y otras afecciones. Las inyecciones de Botox también pueden ayudar a prevenir la migraña.

Las inyecciones de Botox bloquean ciertas señales químicas de los nervios que causan la contracción muscular. El uso más común de estas inyecciones es relajar los músculos faciales que causan las líneas de expresión y otras arrugas faciales. Las inyecciones de Botox también se utilizan para aliviar los síntomas de algunas afecciones de salud. No es una cura. Ejemplos de afecciones médicas que podrían tratarse con inyecciones de Botox incluyen: Espasmos del cuello. En esta afección dolorosa, los músculos del cuello se contraen de forma incontrolada. Esto hace que la cabeza gire o se vuelva a una posición incómoda. La afección también se llama distonía cervical. Otros espasmos musculares. La parálisis cerebral y otras afecciones del sistema nervioso pueden causar que las extremidades se tiren hacia el centro del cuerpo. Los espasmos musculares también pueden causar espasmos oculares. Ojo vago. La causa más común del ojo vago es un desequilibrio en los músculos que se utilizan para mover el ojo. El ojo vago también se llama ojos cruzados o ojos desalineados. Sudoración. El Botox podría usarse para una afección en la que las personas sudan mucho incluso cuando no tienen calor o no están sudando. Se llama sudoración excesiva o hiperhidrosis. Migraña. Las inyecciones de Botox pueden ayudar a reducir la frecuencia con la que se produce una migraña. Este tratamiento se utiliza principalmente para personas que tienen dolores de cabeza 15 o más días al mes. Cuando se presentan dolores de cabeza intensos con tanta frecuencia, la afección se llama migraña crónica. Se necesita tratamiento aproximadamente cada tres meses para conservar el beneficio. Problemas de vejiga. Las inyecciones de Botox también pueden ayudar a reducir la incontinencia urinaria causada por una vejiga hiperactiva.

Las inyecciones de Botox suelen ser seguras cuando está bajo el cuidado de un proveedor de atención médica con licencia y experiencia. El procedimiento puede provocar resultados no deseados o incluso causar daño si se administra incorrectamente. Los posibles efectos secundarios y resultados no deseados incluyen: Dolor, hinchazón o hematomas en el lugar de la inyección. Dolor de cabeza o síntomas similares a la gripe. Párpados caídos o cejas torcidas. Una sonrisa torcida o babeo. Ojos llorosos o secos. Infección en el lugar de la inyección. En raras ocasiones, el medicamento puede extenderse a partes del cuerpo donde no debería ir. Puede causar síntomas allí. Llame a su proveedor de atención médica de inmediato si tiene alguno de estos síntomas horas o semanas después de su procedimiento: Debilidad muscular. Problemas de visión. Dificultad para hablar o tragar. Problemas respiratorios. Reacción alérgica. Pérdida del control de la vejiga. Por regla general, los proveedores de atención médica no recomiendan el Botox si está embarazada o amamantando.

El tipo de inyección de botulismo adecuado para usted depende de sus necesidades y afección. Hable con su proveedor de atención médica sobre el tratamiento más adecuado para usted. Informe a su proveedor de atención médica si ha recibido algún tipo de inyección de Botox en los últimos cuatro meses. También informe a su proveedor de atención médica si toma anticoagulantes. Es posible que deba dejar de tomarlos varios días antes de la inyección para reducir el riesgo de sangrado o hematomas. Hable con el proveedor de atención médica que le receta estos medicamentos lo antes posible.