Circuncisión (masculina)

La circuncisión es una cirugía para extirpar la piel que cubre la punta del pene, también llamada prepucio. El procedimiento es bastante común para los recién nacidos en partes del mundo, incluidos los Estados Unidos. La circuncisión en etapas posteriores de la vida se puede realizar, pero tiene más riesgos y la recuperación puede tardar más.

La circuncisión es una tradición religiosa o cultural para muchas familias judías e islámicas, así como para ciertos pueblos indígenas. La circuncisión también puede ser parte de la tradición familiar, la higiene personal o la atención médica preventiva. A veces, existe una necesidad médica para la circuncisión. Por ejemplo, el prepucio puede estar demasiado apretado para retraerse sobre la punta del pene. La circuncisión también se recomienda como una forma de reducir el riesgo de VIH en países donde el virus es frecuente. Esto incluye partes de África. La circuncisión puede tener varios beneficios para la salud, que incluyen: Higiene más fácil. La circuncisión facilita el lavado del pene. Aun así, a los niños que no han sido circuncidados se les puede enseñar a lavarse con regularidad debajo del prepucio. Menor riesgo de infecciones del tracto urinario (ITU). El riesgo de ITU en los hombres es bajo. Pero estas infecciones son más comunes en los hombres que no han sido circuncidados. Las infecciones graves en la primera infancia pueden provocar problemas renales más adelante. Menor riesgo de infecciones de transmisión sexual. Los hombres que han sido circuncidados pueden tener un menor riesgo de ciertas infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH. Pero sigue siendo clave tener relaciones sexuales seguras, lo que incluye el uso de condones. Prevención de problemas del pene. A veces, el prepucio de un pene que no ha sido circuncidado puede ser difícil o imposible de retraer. Esto se llama fimosis. Puede provocar hinchazón, llamada inflamación, del prepucio o de la cabeza del pene. Menor riesgo de cáncer de pene. Aunque el cáncer de pene es raro, es menos común en los hombres que han sido circuncidados. Además, el cáncer de cuello uterino es menos común en las parejas sexuales femeninas de hombres que han sido circuncidados. Aun así, los riesgos de no estar circuncidado son raros. Los riesgos también se pueden reducir con el cuidado adecuado del pene. Su profesional de la salud puede recomendarle que retrase la circuncisión de su bebé o que no se la haga si su bebé: Tiene una afección que afecta la coagulación de la sangre. Nació prematuramente y aún necesita atención médica en la sala de recién nacidos del hospital. Nació con afecciones que afectan el pene. La circuncisión no afecta la capacidad de un niño para tener un bebé en el futuro. Y, en general, no se cree que disminuya ni mejore el placer sexual para los hombres o sus parejas.

Los riesgos más comunes de la circuncisión son el sangrado y la infección. Con el sangrado, es típico ver unas pocas gotas de sangre de la herida quirúrgica. El sangrado a menudo se detiene por sí solo o con unos minutos de presión directa suave. Un sangrado más grave debe ser revisado por un profesional de la salud. También pueden producirse efectos secundarios relacionados con la anestesia. En raras ocasiones, la circuncisión puede causar problemas en el prepucio. Por ejemplo: El prepucio puede cortarse demasiado corto o demasiado largo. El prepucio puede no cicatrizar correctamente. El prepucio restante puede volver a unirse al extremo del pene, lo que requiere una pequeña reparación quirúrgica. Estos riesgos son menores cuando el procedimiento lo realiza un médico, como un obstetra-ginecólogo, un urólogo o un pediatra. Los riesgos también son menores cuando la circuncisión se realiza en un entorno médico, como la sala de recién nacidos de un hospital o el consultorio de un médico. Si el procedimiento se realiza en otro lugar por razones religiosas o culturales, la persona que realiza la circuncisión debe tener experiencia. Esta persona debe estar bien capacitada en cómo realizar circuncisiones, aliviar el dolor y prevenir infecciones.