Inyecciones de cortisona
Acerca de esta prueba
Las inyecciones de cortisona son inyecciones que pueden ayudar a aliviar el dolor, la inflamación y la irritación en un área específica de su cuerpo. Con mayor frecuencia se inyectan en las articulaciones, como el tobillo, el codo, la cadera, la rodilla, el hombro, la columna vertebral o la muñeca. Incluso las articulaciones pequeñas de las manos o los pies pueden beneficiarse de las inyecciones de cortisona.
Por qué se realiza
Las inyecciones de cortisona pueden ser más efectivas para tratar la artritis inflamatoria, como la artritis reumatoide. También pueden ser parte del tratamiento para otras afecciones, que incluyen: Dolor de espalda. Bursitis. Gota. Osteoartritis. Artritis psoriásica. Artritis reumatoide. Tendinitis.
Riesgos y complicaciones
Los efectos secundarios potenciales de las inyecciones de cortisona aumentan con dosis más grandes y un uso más frecuente. Los efectos secundarios pueden incluir: Daño al cartílago. Muerte del hueso cercano. Infección de la articulación. Daño a los nervios. Rubor facial a corto plazo. Aumento a corto plazo del dolor, hinchazón e irritación en la articulación. Aumento a corto plazo del azúcar en la sangre. Debilitamiento o ruptura del tendón. Adelgazamiento del hueso cercano (osteoporosis). Adelgazamiento de la piel y el tejido blando alrededor del sitio de la inyección. Blanqueamiento o aclaramiento de la piel alrededor del sitio de la inyección.
Cómo prepararse
Si toma anticoagulantes, es posible que deba dejar de tomarlos durante unos días antes de la inyección de cortisona. Esto reduce el riesgo de sangrado o hematomas. Algunos suplementos dietéticos también tienen un efecto anticoagulante. Pregunte a su proveedor de atención médica qué medicamentos y suplementos debe evitar antes de una inyección de cortisona. Informe a su proveedor de atención médica si ha tenido una temperatura de 100.4 F (38 C) o superior en las dos semanas anteriores.
Entendiendo sus resultados
Los resultados de las inyecciones de cortisona suelen depender del motivo del tratamiento. Las inyecciones de cortisona suelen provocar un brote de dolor, hinchazón e irritación a corto plazo durante un máximo de dos días después de la inyección. Después de eso, el dolor, la hinchazón y la irritación generalmente deberían disminuir. El alivio del dolor puede durar hasta varios meses.