La terapia electroconvulsiva (TEC) es un procedimiento que se realiza con anestesia general. Durante este procedimiento, pequeñas corrientes eléctricas pasan a través del cerebro, causando intencionalmente una breve convulsión. La TEC parece cambiar la química del cerebro, y estos cambios pueden mejorar rápidamente los síntomas de ciertas afecciones de salud mental.
La terapia electroconvulsiva (TEC) puede mejorar de manera significativa y rápida los síntomas graves de varias afecciones de salud mental, que incluyen:
La TEC puede ser un buen tratamiento cuando no se toleran los medicamentos o no se ha encontrado alivio con otras formas de terapia. Un profesional de la salud puede recomendar la TEC:
Aunque la TEC generalmente es segura, los riesgos y los efectos secundarios pueden incluir: Confusión. Puede que esté confundido durante unos minutos a varias horas después del tratamiento. Puede que no sepa dónde está ni por qué está allí. En raras ocasiones, la confusión puede durar varios días o más. La confusión generalmente es más notable en los adultos mayores. Pérdida de memoria. Algunas personas tienen problemas para recordar eventos que ocurrieron justo antes del tratamiento. O pueden tener problemas para recordar eventos en las semanas o meses —o, en raras ocasiones, de años anteriores— antes del tratamiento. Esta afección se llama amnesia retrógrada. También puede tener problemas para recordar eventos que ocurrieron durante las semanas de su tratamiento. Para la mayoría de las personas, estos problemas de memoria generalmente mejoran en un par de meses después del tratamiento. Efectos secundarios físicos. Los días de un tratamiento con TEC, puede tener náuseas, dolores de cabeza, dolor en la mandíbula o dolores musculares. Un profesional de la salud generalmente puede tratar estos efectos secundarios con medicamentos. Complicaciones médicas. Al igual que con cualquier procedimiento médico, especialmente uno que implica medicamentos que lo duermen, existen riesgos de complicaciones médicas. Durante la TEC, su frecuencia cardíaca y su presión arterial aumentan por un tiempo limitado. Si tiene problemas cardíacos graves, la TEC puede ser más riesgosa.
Antes de su primer tratamiento de TEC, necesitará una evaluación completa que generalmente incluye: Antecedentes médicos. Un examen físico. Una evaluación de salud mental. Análisis de sangre básicos. Un electrocardiograma (ECG) para controlar la salud de su corazón. Discusión de los riesgos de los medicamentos que lo hacen dormir, llamados anestesia. Esta evaluación ayuda a asegurar que la TEC sea segura para usted.
El procedimiento de TEC en sí mismo dura entre 5 y 10 minutos. Eso no incluye el tiempo necesario para que el equipo de atención médica se prepare y para su recuperación. La TEC se puede realizar durante una hospitalización o como un procedimiento ambulatorio.
Muchas personas comienzan a notar que sus síntomas mejoran después de aproximadamente seis tratamientos de terapia electroconvulsiva. Sin embargo, la mejoría completa puede llevar más tiempo, aunque la TEC puede no funcionar para todos. En comparación, una respuesta a los medicamentos antidepresivos puede tardar seis semanas. Nadie sabe con certeza cómo la TEC ayuda a tratar la depresión grave y otras enfermedades mentales. Lo que sí se sabe es que la química del cerebro cambia durante y después de la actividad convulsiva. Estos cambios pueden acumularse, reduciendo de alguna manera los síntomas de la depresión grave u otras enfermedades mentales. Es por eso que la TEC funciona mejor en personas que reciben un ciclo completo de múltiples tratamientos. Incluso después de que sus síntomas mejoren, aún necesitará tratamiento continuo para la depresión para evitar que regrese. Puede recibir TEC con menos frecuencia. Pero el tratamiento a menudo incluye antidepresivos u otros medicamentos, y terapia de conversación, también llamada psicoterapia.