La elastografía por resonancia magnética (ERM) es una prueba que combina la imagen por resonancia magnética (IRM) con vibraciones de baja frecuencia para crear un mapa visual llamado elastograma. Esta prueba muestra los cambios en los tejidos corporales causados por la enfermedad. La ERM se usa con mayor frecuencia para detectar el endurecimiento del hígado causado por la fibrosis y la inflamación en la enfermedad hepática crónica. Pero la ERM también se está probando como una forma no invasiva de diagnosticar enfermedades en otras partes del cuerpo.
La RME se usa para medir la rigidez del tejido hepático. Esto se hace para detectar la cicatrización del hígado, llamada fibrosis, en personas con enfermedad hepática conocida o sospechosa. La cicatrización aumenta la rigidez del tejido hepático. A menudo, las personas con fibrosis hepática no experimentan ningún síntoma. Pero la fibrosis hepática no tratada puede progresar a cirrosis, que es fibrosis y cicatrización avanzadas. La cirrosis puede ser fatal. Si se diagnostica, la fibrosis hepática a menudo se puede tratar para detener la progresión y, a veces, para revertir la afección. Si tiene fibrosis hepática, la RME puede ayudar a evaluar la gravedad de su enfermedad hepática, guiar las decisiones de tratamiento y determinar qué tan bien está respondiendo al tratamiento. La prueba tradicional para la fibrosis hepática usa una aguja para extraer una muestra de tejido hepático, llamada biopsia. Una exploración por RME ofrece varias ventajas: Es no invasiva y, por lo general, más segura y cómoda que una biopsia. Evalúa todo el hígado, no solo la porción de tejido hepático que se biopsia o evalúa con otras pruebas no invasivas. Puede detectar fibrosis en una etapa más temprana que otros métodos de imagen. Es eficaz en personas obesas. Puede ayudar a predecir el riesgo de ciertas complicaciones hepáticas, incluida la acumulación de líquido en el abdomen, conocida como ascitis.
La presencia de metal en el cuerpo puede ser un riesgo para la seguridad o afectar a una parte de la imagen de RME. Antes de someterse a un examen de resonancia magnética, como una RME, informe al tecnólogo si tiene algún dispositivo metálico o electrónico en el cuerpo, como: Prótesis articulares metálicas. Válvulas cardíacas artificiales. Desfibrilador cardíaco implantable. Marcapasos. Clips metálicos. Implantes cocleares. Balas, metralla o cualquier otro tipo de fragmento metálico. Antes de programar una RME, informe a su equipo de atención médica si cree que está embarazada.
Antes de cualquier examen de resonancia magnética, siga las instrucciones proporcionadas. Si tiene programada una resonancia magnética de su hígado, lo más probable es que le indiquen que no coma nada durante al menos cuatro horas antes del examen, aunque puede beber agua durante ese tiempo. Debe continuar tomando sus medicamentos habituales a menos que se le indique lo contrario. Se le pedirá que se ponga una bata y que se quite: Dentaduras postizas. Gafas. Horquillas. Audífonos. Joyas. Sujetadores con aros. Relojes. Pelucas.
Un examen de RME a menudo se realiza como parte de un examen de resonancia magnética convencional. Un examen de hígado por resonancia magnética estándar tarda entre 15 y 45 minutos. La parte de RME de la prueba tarda menos de cinco minutos. En un examen de RME, se coloca una almohadilla especial contra el cuerpo, sobre una bata. Aplica vibraciones de baja frecuencia que pasan a través del hígado. El sistema de resonancia magnética genera imágenes de las ondas que pasan a través del hígado y procesa la información para crear imágenes transversales que muestran la rigidez del tejido.
Un especialista capacitado para interpretar exploraciones por resonancia magnética, llamado radiólogo, analiza las imágenes de su exploración e informa de los hallazgos a su equipo de atención médica. Alguien de su equipo de atención médica analiza con usted cualquier hallazgo importante y los pasos siguientes.