Cirugía de columna cervical pediátrica

La cirugía de columna cervical pediátrica se puede realizar en niños que tienen lesiones o afecciones que afectan los huesos del cuello. La parte del cuello de la columna vertebral se conoce como columna cervical. Las afecciones de la columna cervical pueden estar presentes al nacer. O pueden ser el resultado de una lesión, como un accidente automovilístico o de motocicleta. Las afecciones de la columna cervical que ocurren al nacer, conocidas como congénitas, no son comunes. Con mayor frecuencia, ocurren en niños que tienen una enfermedad que afecta la columna cervical. O pueden ocurrir en niños con cambios congénitos en los huesos del cuello.

La cirugía de columna cervical pediátrica puede realizarse después de una lesión de la columna cervical o cuando un niño tiene una afección que afecta la columna vertebral. El cirujano de su hijo puede extirpar partes del hueso que comprimen los nervios o la médula espinal para ayudar a prevenir la pérdida de la función nerviosa. A veces, la cirugía de columna cervical pediátrica se realiza para corregir la inestabilidad entre los huesos, lo que puede lesionar la médula espinal o los nervios. Se pueden utilizar implantes metálicos, incluidos varillas y tornillos, para conectar los huesos, lo que se conoce como fusión, y para evitar el movimiento excesivo. Esto puede reducir el rango de movimiento del cuello.

Los cirujanos de columna cervical pediátrica deben tener en cuenta el crecimiento y desarrollo futuro del niño. Los posibles riesgos de la cirugía de columna cervical pediátrica incluyen: Hemorragia. Lesión de la médula espinal o de los nervios. Infección. Deformidad. Dolor de cuello.

Es posible que deba programar pruebas para su hijo antes de la cirugía de columna cervical pediátrica. También informe al profesional de la salud de su hijo sobre cualquier medicamento o suplemento dietético que tome su hijo. El día antes de la cirugía, siga las instrucciones que recibió del profesional de la salud de su hijo. En general, haga que su hijo deje de comer alimentos sólidos ocho horas antes de la hora programada para llegar a la cirugía, pero continúe animándolo a tomar líquidos. Seis horas antes de la llegada, haga que su hijo deje de comer todos los alimentos y deje de beber líquidos no transparentes. Esto incluye fórmula, leche y jugo de naranja. También deje de administrar alimentos a través de una sonda si su hijo tiene una sonda de alimentación. La leche materna, el agua, el jugo de fruta transparente, el Pedialyte, la gelatina, las paletas de hielo y el caldo transparente están bien. Luego, cuatro horas antes de la hora de llegada, deje de darle leche materna, pero continúe animando a su hijo a beber líquidos transparentes. Dos horas antes de la hora de presentación, haga que su hijo deje de beber todos los líquidos y deje de masticar chicle. Consulte con el profesional de la salud de su hijo sobre qué medicamentos puede tomar su hijo antes de la cirugía. Algunos medicamentos se pueden administrar antes de la cirugía.