La disforia de género es una sensación de angustia que puede ocurrir cuando la identidad de género de una persona difiere del sexo asignado al nacer.
Algunas personas transgénero y de género diverso experimentan disforia de género en algún momento de sus vidas. Otras personas transgénero y de género diverso se sienten cómodas con sus cuerpos e identidades de género, y no tienen disforia de género.
Un diagnóstico de disforia de género se incluye en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). El DSM-5 es publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría. El diagnóstico se creó para ayudar a las personas con disforia de género a acceder a la atención médica y el tratamiento que necesitan. Un diagnóstico de disforia de género se centra en la sensación de angustia como el problema, no en la identidad de género.
La identidad de género es tener el sentimiento interno de ser hombre o mujer, o estar en algún punto del espectro de género, o tener un sentimiento interno de género que va más allá de hombre y mujer. Las personas que tienen disforia de género sienten una gran diferencia entre su identidad de género y el sexo que se les asignó al nacer. La disforia de género es diferente a simplemente no seguir los comportamientos de género estereotipados. Implica sentimientos de angustia debido a un fuerte y duradero deseo de ser de otro género. La disforia de género puede comenzar en la infancia y continuar en la adolescencia y la edad adulta. Pero algunas personas pueden tener períodos de tiempo en los que no notan la disforia de género. O los sentimientos pueden parecer que van y vienen. Algunas personas tienen disforia de género cuando comienza la pubertad. En otras, puede que no se desarrolle hasta más tarde en la vida. Algunos adolescentes pueden expresar sus sentimientos de disforia de género a sus padres o a un profesional de la salud. Pero otros pueden tener síntomas de un trastorno del estado de ánimo, ansiedad o depresión en su lugar. O pueden tener dificultades sociales o problemas en la escuela.
Las personas con disforia de género a menudo son objeto de discriminación y prejuicios. Esto puede provocar estrés y miedo constantes. Esto se llama estrés por minoría de género.
El acceso a los servicios de salud y salud mental puede ser difícil. Esto puede deberse a la falta de cobertura de seguro, a la denegación de atención, a la dificultad para encontrar un profesional de la salud con experiencia en atención a personas transgénero o al miedo a la discriminación en los entornos de atención médica.
Las personas con disforia de género que no reciben el apoyo y el tratamiento que necesitan tienen un mayor riesgo de pensar en el suicidio o de intentar suicidarse.
En adolescentes y adultos, un diagnóstico de disforia de género incluye la angustia causada por una identidad de género diferente al sexo asignado al nacer que dura al menos seis meses e implica dos o más de los siguientes:
La disforia de género también incluye la angustia que dificulta el manejo del trabajo, la escuela, las situaciones sociales y otras partes de la vida diaria.
El propósito del tratamiento es aliviar la disforia de género. Los objetivos específicos para el tratamiento de la disforia de género dependen de la persona.
Si tiene disforia de género, es importante encontrar un profesional de la salud que tenga experiencia en la atención de personas de género diverso. Si necesita ayuda, puede buscar en línea organizaciones como la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Transgénero (WPATH). WPATH ofrece una búsqueda en su sitio web que puede encontrar profesionales de la salud en su área que trabajan con personas transgénero y de género diverso.
El tratamiento médico de la disforia de género puede incluir:
El tratamiento médico específico se basa en los objetivos de una persona, junto con una evaluación de los riesgos y beneficios. Los tratamientos también pueden basarse en otras afecciones que tenga una persona. Los problemas sociales y económicos también pueden desempeñar un papel en la creación de un plan de tratamiento.
Un profesional de la salud con experiencia en salud transgénero también puede realizar una evaluación de salud conductual. La evaluación puede evaluar:
El objetivo de la terapia de salud conductual es mejorar el bienestar mental y la calidad de vida. No tiene la intención de cambiar la identidad de género. En cambio, esta terapia puede ayudar a las personas a explorar las preocupaciones de género y encontrar formas de aliviar la disforia de género.
La terapia de salud conductual puede incluir asesoramiento individual, de pareja, familiar y grupal para ayudar a las personas a:
Otras formas de aliviar la disforia de género pueden incluir el uso de:
Hable con su profesional de la salud sobre si estos pasos pueden ser útiles para usted.
Hablar con otras personas transgénero o de género diverso también puede ayudar. Pregúntele a su profesional de la salud sobre grupos de apoyo en su área. Algunos centros comunitarios o centros LGBTQ+ tienen grupos de apoyo. También hay grupos de apoyo en línea.
footer.disclaimer