Lunares

Los lunares pueden ser marrones, tostados, negros, azules, rojos o rosados. A menudo miden menos de 1/4 de pulgada (aproximadamente 6 mm) de diámetro, el tamaño de una goma de borrar.

Los lunares suelen ser inofensivos. Pueden contener vello o volverse elevados o arrugados. Consulte a su médico sobre cualquier cambio en el color o el tamaño de un lunar o si se produce picazón, dolor, sangrado o inflamación.

Los lunares, también conocidos como nevos, son un tipo común de crecimiento de la piel. A menudo aparecen como pequeñas manchas de color marrón oscuro causadas por grupos de células formadoras de pigmentos llamadas melanocitos. La mayoría de las personas tienen entre 10 y 45 lunares que aparecen durante la infancia y la adolescencia. El aspecto de estos lunares puede cambiar con el tiempo. También pueden desvanecerse con el tiempo.

La mayoría de los lunares son inofensivos. En raras ocasiones, se vuelven cancerosos. Ser consciente de los cambios en sus lunares y otras manchas pigmentadas es importante para detectar el cáncer de piel, especialmente el melanoma maligno.

El lunar típico es una pequeña mancha marrón. Pero los lunares vienen en diferentes colores, formas y tamaños: Color y textura. Los lunares pueden ser marrones, tostados, negros, azules, rojos o rosados. Pueden ser lisos, arrugados, planos o elevados. Puede que les crezca pelo. Forma. La mayoría de los lunares son ovalados o redondos. Tamaño. Los lunares suelen tener menos de 1/4 de pulgada (unos 6 mm) de diámetro, el tamaño de una goma de borrar. Los presentes al nacer, conocidos como nevus congénitos, pueden ser más grandes y cubrir parte de la cara, el tronco o una extremidad. Los lunares pueden crecer en cualquier parte del cuerpo, incluido el cuero cabelludo y las axilas, así como debajo de las uñas y entre los dedos de las manos y de los pies. La mayoría de las personas tienen entre 10 y 45 lunares. Muchos de estos lunares aparecen a los 40 años. Los lunares pueden cambiar o desaparecer con el tiempo. Pueden oscurecerse y agrandarse con los cambios hormonales que se producen durante la adolescencia y el embarazo. Los grupos de manchas marrones alrededor de los ojos, las mejillas y la nariz son dermatosis papulosa nigra, un tipo de queratosis seborreica que no es cancerosa y aparece como crecimientos cerosos marrones, negros o tostados. No son grupos de células formadoras de pigmentos, conocidas como nevus. La dermatosis papulosa nigra es más común entre las mujeres negras. Estas lesiones no conllevan riesgo de melanoma, pero pueden tratarse como un problema estético. Un lunar puede ser un signo de cáncer de piel si tiene bordes irregulares o una forma asimétrica, o si cambia de color, forma, tamaño o altura. Esta guía ABCDE puede ayudarle a recordar qué debe vigilar: A es de forma asimétrica. Una mitad no se parece a la otra mitad. B es de borde. Busque lunares con bordes irregulares, dentados o festoneados. C es de cambios de color. Busque crecimientos que hayan cambiado de color, que tengan muchos colores o que tengan un color desigual. D es de diámetro. Busque un nuevo crecimiento en un lunar de más de 1/4 de pulgada (unos 6 mm). E es de evolución. Vigile los lunares que cambien de tamaño, forma, color o altura. También pueden aparecer nuevos síntomas, como picor o sangrado. Los lunares cancerosos, también conocidos como lunares malignos, varían mucho en su aspecto. Algunos pueden mostrar todos los cambios mencionados anteriormente. Otros pueden tener sólo uno o dos rasgos inusuales. Pida cita a su profesional sanitario si un lunar tiene un aspecto inusual, crece o cambia de alguna otra manera.

Pida una cita con su profesional de la salud si un lunar tiene un aspecto inusual, crece o cambia de alguna otra manera.

La melanina es un pigmento natural que le da color a la piel. Se produce en células llamadas melanocitos.

Los lunares son causados cuando las células de la piel llamadas melanocitos crecen en grupos. Los melanocitos generalmente se distribuyen por toda la piel. Producen melanina, el pigmento natural que le da color a la piel.

El melanoma es la principal complicación de los lunares. Algunas personas tienen un riesgo superior a la media de que sus lunares se vuelvan cancerosos y provoquen melanoma. Los factores que aumentan el riesgo de melanoma incluyen:

• Nacer con lunares grandes. Este tipo de lunares se llaman nevus congénitos. Se subclasifican en función de su tamaño estimado en la edad adulta. Los nevus congénitos grandes y gigantes, de más de 20 centímetros de diámetro, tienen un mayor riesgo de desarrollar melanoma.
• Tener lunares inusuales. Los lunares grandes con un borde irregular se conocen como nevus atípicos, también conocidos como nevus displásicos. Tienden a ser hereditarios.
• Tener muchos lunares. Tener más de 50 lunares sugiere un mayor riesgo de melanoma y posiblemente de cáncer de mama.
• Tener antecedentes personales o familiares de melanoma. Si ha tenido melanoma antes, existe un mayor riesgo de volver a tenerlo. Además, algunos tipos de nevus atípicos provocan una forma genética de melanoma.
• Usar lámparas o camas solares. Las lámparas y camas solares emiten rayos UV y pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel.

Las siguientes medidas pueden ayudar a limitar el crecimiento de lunares y la principal complicación de los lunares: el melanoma. Familiarícese con la ubicación y el patrón de sus lunares. Observe regularmente su piel para detectar cambios que puedan indicar melanoma. Realice autoexámenes de la piel mensualmente. Con la ayuda de espejos, realice una revisión de pies a cabeza, incluyendo:

• Cuero cabelludo.
• Palmas y uñas.
• Axilas.
• Pecho.
• Piernas.
• Pies, incluyendo las plantas y el espacio entre los dedos.
• Zona genital y entre las nalgas. Hable con su profesional de la salud sobre sus factores de riesgo de melanoma y si necesita un examen profesional de la piel con regularidad. Tome medidas para proteger su piel de la radiación ultravioleta (UV), como la del sol o las camas bronceadoras. La radiación UV se ha relacionado con un mayor riesgo de melanoma. Y los niños que no han estado protegidos de la exposición al sol tienden a desarrollar más lunares.
• Evite el sol durante las horas pico. Para muchas personas en Norteamérica, los rayos del sol son más fuertes entre las 10 a.m. y las 2 p.m. Intente programar las actividades al aire libre para otras horas del día, incluso en días nublados o durante el invierno. Cuando esté al aire libre, busque sombra o use una sombrilla para protegerse del sol.
• Use protector solar durante todo el año. Aplique protector solar sobre la piel seca aproximadamente 15 minutos antes de salir al aire libre, incluso en días nublados. Use un protector solar de amplio espectro, resistente al agua, con un FPS de al menos 30. Aplíquelo generosamente y vuelva a aplicarlo cada dos horas, o con más frecuencia si está nadando o sudando.
• Use ropa protectora. Las gafas de sol, los sombreros de ala ancha, las mangas largas y otras prendas de vestir pueden protegerlo de los dañinos rayos UV. También podría considerar ropa hecha con tela especialmente tratada para bloquear la radiación UV.
• No use lámparas o camas bronceadoras. Las lámparas y camas bronceadoras liberan rayos UV que pueden aumentar su riesgo de cáncer de piel.

Su profesional de la salud puede diagnosticar lunares observando su piel. Durante un examen de la piel, su profesional de la salud observa su piel de la cabeza a los pies. Si su profesional de la salud cree que un lunar puede ser canceroso, se extrae y se envía a un laboratorio para su examen bajo un microscopio. Esto se llama biopsia.

Puede optar por hacer que un examen de la piel sea una parte regular de su atención médica preventiva. Hable con su profesional de la salud sobre el horario adecuado para usted.