Los trastornos del movimiento son un grupo de afecciones del sistema nervioso que afectan el movimiento. Pueden causar un aumento de los movimientos o movimientos reducidos o lentos. Estos movimientos pueden estar bajo el control de la persona, conocidos como voluntarios. O los movimientos pueden no estar bajo el control de la persona, conocidos como involuntarios.
Hay muchos tipos de trastornos del movimiento que causan diferentes síntomas. Por ejemplo, la distonía causa contracciones musculares que provocan la torsión del cuerpo. Otro trastorno del movimiento llamado corea causa breves períodos de movimientos involuntarios rápidos que ocurren una y otra vez. El parkinsonismo causa lentitud de movimiento con rigidez, temblores o pérdida del equilibrio.
Puede haber tratamientos disponibles para ayudar a controlar los síntomas de los trastornos del movimiento. Dependiendo del tipo de trastorno del movimiento, pueden estar disponibles medicamentos, terapias o cirugías. Si una afección causa el trastorno del movimiento, tratar la afección puede ayudar a mejorar los síntomas.
Los síntomas de los trastornos del movimiento varían según el tipo de trastorno. Los tipos comunes de trastornos del movimiento y sus síntomas incluyen:
Ataxia. La ataxia afecta la parte del cerebro que controla el movimiento coordinado. La ataxia puede causar movimientos torpes de los brazos y las piernas, y pérdida del equilibrio. La ataxia también puede alterar el habla de una persona y causar otros síntomas. Hay muchas causas de ataxia, incluidas las afecciones genéticas y degenerativas. La ataxia también puede ser causada por una infección u otra afección tratable.
Corea. La corea causa movimientos involuntarios breves, irregulares, algo rápidos, que se repiten una y otra vez. Los movimientos suelen afectar la cara, la boca, el tronco, el brazo y la pierna. La corea puede parecer un nerviosismo exagerado.
La corea genética más común es la enfermedad de Huntington. Esta enfermedad se transmite de padres a hijos y empeora con el tiempo. Se puede confirmar con una prueba genética. La enfermedad de Huntington tiene tres tipos de síntomas. Estos incluyen movimientos incontrolables, problemas de pensamiento y afecciones de salud mental.
Distonía. Esta afección implica contracciones musculares involuntarias que causan posturas o movimientos de torsión irregulares que se repiten una y otra vez. La distonía puede afectar a todo el cuerpo o a una parte del cuerpo.
El tipo más común de distonía en adultos es la distonía cervical. En la distonía cervical, los músculos del cuello se contraen involuntariamente. Esto hace que la cabeza se tire hacia un lado o se incline hacia adelante o hacia atrás. La cabeza también puede temblar, lo que se conoce como temblor.
Trastorno del movimiento funcional. Esta afección puede parecerse a cualquiera de los trastornos del movimiento. Pero no es causada por una enfermedad del sistema nervioso, también conocida como enfermedad neurológica. Los trastornos del movimiento funcionales son tratables.
Mioclonía. La mioclonía son sacudidas musculares muy rápidas.
Enfermedad de Parkinson. La enfermedad de Parkinson causa temblores, rigidez muscular, lentitud o disminución del movimiento o pérdida del equilibrio. También puede causar síntomas no relacionados con el movimiento. Estos síntomas incluyen una reducción del sentido del olfato, estreñimiento, actuación de sueños y una disminución de las habilidades de pensamiento. La enfermedad de Parkinson empeora lentamente con el tiempo.
Parkinsonismo. El parkinsonismo es un término general para la lentitud de movimiento junto con rigidez, temblores o pérdida del equilibrio. Hay muchas causas diferentes. La enfermedad de Parkinson y ciertos medicamentos que bloquean la dopamina son las causas más comunes. Otras causas incluyen trastornos degenerativos como la atrofia de sistemas múltiples y la parálisis supranuclear progresiva. Un accidente cerebrovascular o un traumatismo craneal repetido también pueden causar parkinsonismo.
Parálisis supranuclear progresiva. Esta es una afección rara del sistema nervioso que causa problemas con la marcha, el equilibrio y los movimientos oculares. Puede parecerse a la enfermedad de Parkinson, pero es una afección distinta.
Síndrome de piernas inquietas. Este trastorno del movimiento causa sensaciones de dolor, picazón o arrastre en las piernas mientras se relaja o se acuesta. La sensación a menudo desaparece con el movimiento.
Discinesia tardía. Esta afección neurológica es causada por el uso prolongado de ciertos medicamentos utilizados para tratar afecciones de salud mental, llamados medicamentos neurolépticos. También puede ser causada por un medicamento gastrointestinal común llamado metoclopramida (Reglan, Gimoti). La discinesia tardía causa movimientos involuntarios que se repiten una y otra vez. Los síntomas incluyen muecas, parpadeo de ojos y otros movimientos.
Síndrome de Tourette. Esta es una afección neurológica asociada con movimientos repetitivos y sonidos vocales llamados tics. Los tics son movimientos voluntarios, pero son causados por una necesidad involuntaria de realizar los movimientos. El síndrome de Tourette comienza entre la infancia y la adolescencia.
Temblor. Este trastorno del movimiento causa temblores rítmicos en partes del cuerpo, como las manos, la cabeza u otras partes del cuerpo. El tipo más común es el temblor esencial.
Corea. La corea causa movimientos involuntarios breves, irregulares, algo rápidos, que se repiten una y otra vez. Los movimientos suelen afectar la cara, la boca, el tronco, el brazo y la pierna. La corea puede parecer un nerviosismo exagerado.
La corea genética más común es la enfermedad de Huntington. Esta enfermedad se transmite de padres a hijos y empeora con el tiempo. Se puede confirmar con una prueba genética. La enfermedad de Huntington tiene tres tipos de síntomas. Estos incluyen movimientos incontrolables, problemas de pensamiento y afecciones de salud mental.
Distonía. Esta afección implica contracciones musculares involuntarias que causan posturas o movimientos de torsión irregulares que se repiten una y otra vez. La distonía puede afectar a todo el cuerpo o a una parte del cuerpo.
El tipo más común de distonía en adultos es la distonía cervical. En la distonía cervical, los músculos del cuello se contraen involuntariamente. Esto hace que la cabeza se tire hacia un lado o se incline hacia adelante o hacia atrás. La cabeza también puede temblar, lo que se conoce como temblor.
Una amplia variedad de factores pueden causar trastornos del movimiento, incluyendo:
Para la mayoría de las personas con trastornos del movimiento, no se conoce la causa. Cuando los profesionales de la salud no han encontrado la causa exacta, se llama idiopático.
Su riesgo de padecer algunos trastornos del movimiento es mayor si tiene un padre o madre con la afección. Los trastornos del movimiento que se pueden transmitir de padres a hijos incluyen el temblor esencial, la enfermedad de Huntington, la enfermedad de Wilson y el síndrome de Tourette.
Otros factores que pueden aumentar el riesgo de padecer un trastorno del movimiento incluyen tener ciertas afecciones médicas o tomar ciertos medicamentos. Beber grandes cantidades de alcohol, consumir drogas ilegales como la cocaína o no tener suficientes vitaminas en el cuerpo también puede aumentar el riesgo.
Para diagnosticar un trastorno del movimiento, su profesional de la salud comienza con un examen físico y una revisión de sus síntomas. Su profesional de la salud también toma su historial médico.
Es posible que necesite pruebas que puedan ayudar a diagnosticar un trastorno del movimiento o encontrar otra causa de sus síntomas. Las pruebas pueden incluir:
El tratamiento para los trastornos del movimiento puede incluir medicamentos para controlar los síntomas. A veces, puede ser necesaria una combinación de medicamentos. Las inyecciones de Botox también pueden tratar algunos trastornos del movimiento, como la distonía y el temblor esencial.
Si existe una afección médica que causa el trastorno del movimiento, tratar la afección puede ayudar a aliviar los síntomas.
La fisioterapia, la terapia ocupacional y la logopedia también pueden ayudar a las personas con trastornos del movimiento.
Las personas que tienen síntomas graves pueden necesitar cirugía. A veces, la estimulación cerebral profunda puede ser una opción para tratar trastornos del movimiento como el temblor esencial o la enfermedad de Parkinson.
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